El obispo auxiliar de Santo Domingo y vicario de la Vicaría Territorial Oeste, monseñor Faustino Burgos consideró este viernes que es necesario proporcionar y proponer herramientas para ayudar a que los padres y tutores, no se dejen abrumar por situaciones que a veces producen roturas y heridas profundas para enfrentar la realidad que tienen, sin ser capaz de ver la bendición de lo que Dios les ha regalado, a través de la familia.
Al participar como orador en un desayuno conferencia con el tema: “Cuando la familia duele monseñor Faustino Burgos indicó que hay que ver las fallas y debilidades que cada uno de los miembros de la familia tiene, como la distancia, la frialdad, la incomprensión entre hermanos, el favoritismo de unos sí y otros no, la infidelidad conyugal.
“La familia duele porque es más fácil siempre echarle la culpa a la otra persona y no ver en nuestro interior la cuota de responsabilidad que tenemos; la familia duele cuando en medio de las pruebas, sabemos que Dios nos acompaña, pero, sufrimos porque a quienes amamos, les cuesta encontrar ese apoyo que nosotros hemos encontrado en El”, destacó el obispo.
El vicario de la Vicaría Territorial Oeste, también se refirió a las dificultades a las que se enfrenta la familia hoy día, por lo que dijo que se vive en un mundo globalizado totalmente. “También los problemas se globalizan: Embarazos en adolescentes, abortos, madres solteras, divorcios, infidelidades, dependencia de sustancias controladas (drogas), pornografía, las redes sociales, la ideología de género.”
“El remedio ante este tipo de peligros radica en construir vidas familiares sanas, llenas de ingenio e interés por los demás. En un mundo de prisas, con un continuo peligro de atomizarnos y de encerrarnos en burbujas cómodas, resulta sumamente bello esforzarse por mantener fresco el cariño en el hogar”, sostuvo.
Previo al desayuno-conferencia se presentaron varios testimonios de familias donde motivaron a rescatar, vivir y cultivar los valores. La actividad, que se realizó en el Hotel Barceló, antiguo Lina de esta capital, contó con la asistencia de empresarios, autoridades civiles y militares y feligreses de diferentes parroquias.
