El ciclón golpeó las costas de Florida con una potencia que no se registraba en muchos años y, aunque ha disminuido a categoría 1, sus consecuencias comienzan a verse.
Fuertes vientos, grandes inundaciones y reportes de al menos un fallecido conforman el saldo hasta el momento por el paso de Michael en EE.UU.
El ciclón tocó tierra este miércoles con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora, a poco menos de catalogarse como un extremadamente raro huracán de categoría 5.
Tras haber incursionado por el oeste de Florida como el más potente ciclón en golpear al país en 14 años, su fuerza ha disminuido y ahora se cataloga como huracán de categoría 1, con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora, informa el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de ese país.
De acuerdo con los pronósticos de ese organismo, el huracán se moviliza sobre el estado de Georgia a 28 kilómetros por hora en dirección a la costa este y disminuye su potencia, pero se espera que vuelva a cobrar fuerza cuando abandone el territorio estadounidense, el viernes, en forma de tormenta tropical.
Sin embargo, el paso de Michael sobre el territorio continental de EE.UU. ha causado estragos en su avance. Entre los daños ocasionados se cuentan casas completamente destruidas, árboles arrancados de raíz, edificios colapsados e incluso un tren descarrilado por causa de los fuertes vientos.
Adicionalmente, los meteorólogos advierten sobre la generación de tornados como parte de las secuelas del paso del huracán. El Servicio Nacional del Clima (NWS) emitió varias alertas de tornado en el estado de Georgia, y reportes locales sugieren que tres de ellos habrían tocado tierra, informa AP.