Científicos de Uruguay, Francia y Estados Unidos encontraron células inmunes que invaden de manera anormal los músculos de las personas con ELA e interactúan con las conexiones entre las neuronas motoras y las fibras musculares.
El fallecido cosmólogo y divulgador científico, Stephen Hawking, ha sido la persona más longeva con esta enfermedad. Flickr – Lwp Kommunikáció
Investigadores de Uruguay, Francia y Estados Unidos descubrieron que existe un mecanismo inmune que, al parecer, estaría directamente vinculado con el avance de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Este hallazgo podría abrir la vía a nuevos tratamientos. (Lea: Hongos en el cerebro, posibles culpables de la esclerosis lateral amiotrófica)
Es una enfermedad degenerativa progresiva que afecta las neuronas que controlan los movimientos musculares voluntarios, produciendo paulatinamente la parálisis motora del paciente.
Los científicos encontraron células inmunes que invaden de manera anormal los músculos de las personas que padecen esta enfermedad y, además, interactúan con las conexiones entre las neuronas motoras y las fibras musculares. En esta invasión puede estar el origen de un proceso de inflamación crónica, según señaló Luis Barbeito, investigador principal en el Instituto Pasteur de Montevideo, y podría explicar la falla de las fibras nerviosas motoras que controlan correctamente el músculo.
“Encontramos evidencias de que ciertas células inflamatorias del sistema inmune atacan esas uniones entre las neuronas y los músculos acelerando la denervación y la parálisis», aclaró a la AFP Emiliano Trías, investigador posdoctoral del Pasteur y autor del trabajo publicado en el Journal of Clinical Investigation Insight.
Las células que los investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham, la Universidad Estatal de Oregón y el Instituto IMAGINE de París, identificaron podrían ser la base de fármacos que busquen inhibir o bloquear su actividad nociva sobre los músculos y los nervios de los que pacientes que padecen esta enfermedad que, hasta el momento, no tiene cura. (Lea también: ELA, la enfermedad que está matando más de 800 colombianos no es un juego)
En ensayos en animales con ELA, los científicos encontraron que la cantidad de estas células inmunes, llamadas mastocitos y neutrófilos, aumenta en mayor cantidad luego de que se inicia la parálisis. «Utilizando fármacos como el Masitinib y bloqueando específicamente estas células, podríamos proteger las conexiones que aún funcionan de manera correcta en las primeras etapas de la enfermedad. De esta manera, podemos enlentecer el avance de esta», añadió Trías.
Los científicos aclararon que el tratamiento con animales disminuyó los mastocitos y previno la degeneración progresiva de los nervios motores y la denervación muscular. Aunque aseguraron que los resultados son apresurados, podrían generar un hito en las nuevas terapias para tratar esta enfermedad.