Es tiempo de retomar el país.

Por: José Gabriel Vásquez

Si fuera posible regresar al pasado, en esa maravillosa máquina del tiempo que veíamos en algunas películas, los dominicanos nos devolviéramos al año 1844, en un avión en donde pudiéramos traer al presente a todos los que fueron miembros activos del movimiento “La Trinitaria”, por supuesto después de conversar ardua y profundamente con Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, sobre la presente situación de descalabro moral, ético y delincuencial de nuestra clase política y la invasión tranquila, pero acelerada a la vez de millones de haitianos, lucha por la cual ellos dieron sus vidas y lo entregaron todo para liberarnos.

De seguro que a estos tres patriotas se les formaría un tremendo nudo en la garganta y seria tanta su decepción que vomitarían sus almas abruptamente, por el dolor que les causaría esta conversación, pero siendo ellos lo que fueron, recogerían sus almas y sus armas para volver con nosotros a retomar la obra que se ha destruido flagrantemente por la clase corrupta que nos ha gobernado desde que ellos partieron a la eternidad.

Ya camino hacia el presente, mientras les damos elixir para las nauseas, tendríamos que mencionarles los nombres, uno por uno, de los responsables del descalabro histórico en que nos han metido, sin dejar a ninguno fuera, sea del partido que fuere, o del gobierno en que haya participado, hasta llegar al fatídico capitulo en que ahora estamos viviendo, donde la corrupción y la impunidad, así como la gran afluencia de haitianos ha llegado a sus niveles más altos e imparables de la historia de nuestra destruida nación.

Como lo anterior no es más que una fantástica imaginación, tal cual una elucubración maravillosa, pero irreal, los dominicanos debemos dejarnos de bobadas y de imaginaciones vagas y emprendernos a recobrar y retomar nuestro país, quitándoselo de las garras a estas fieras que hoy nos gobiernan, amparados en una oscura y perpetrada impunidad, al estilo las grandes mafias de la historia, tal como Alcapone, Don Corleone y otros, ahora investidos con la banda Presidencial, pero a todos les llego su hora y los que no fueron ajusticiados por la ley, fueron exterminados por sus propias familias de delincuentes.

El futuro no debe ser para luego, debe ser para inmediato, antes que se roben hasta la última mata de aguacate y se beban el agua del último coco que quede en el gran conuco llamado Quisqueya. Es desde ahora mismo, sin detenernos, ni aquietarnos que debemos empezar a cambiar el curso de la historia para regresar a nuestros verdaderos principios y valores éticos y morales, los cuales han sido ensuciados y pisoteados por esta mala clase que nos gobierna.

No esperemos a  montarnos en ninguna máquina del tiempo, ni esperemos a que llegue Jesús en el Apocalipsis, es ahora, justo ahora, que cada uno debe insistir, trabajar, integrarse, participar y servirle a la patria con verdadero ímpetu y deseo de que las cosas sean cambiadas, de lo malo a lo bueno, antes de que nos roben la ultima palma que baila entre las brisas de nuestras playas.

A todos los que ya se les dio la oportunidad y nos engañaron y a aquellos lideres que quieren darnos de nuevo la paletica y el bobo para tranquilizarnos y entonces darnos otra pela, digámosle que ¡NO, YA BASTA DE SER PENDEJOS!

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