Un microscopio hecho a mano, capaz de ver los bloques de construcción reales de una pared celular bacteriana, ayuda a los investigadores de la Universidad Monash, en Australia, a descifrar cómo las bacterias pueden literalmente construir una pared contra el sistema inmune, lo que lleva a enfermedades a menudo mortales.
Una de las claves para comprender las “superbacterias” resistentes a los antimicrobianos es ver con gran detalle la superficie externa que presentan al sistema inmune humano. Un equipo, dirigido por el profesor Trevor Lithgow, del Instituto de Descubrimiento en Biomedicina de Monash, ha realizado una investigación a nanoescala de la pared de la bacteria ‘Escherichia coli’ (‘E. coli’), descubriendo recintos altamente organizados de “máquinas de ensamblaje de barriles beta”, lo que construye la superficie de la célula bacteriana.
El trabajo, publicado este martes en ‘Cell Reports’, es, según el profesor Lithgow, “un gran paso para saber cómo estas bacterias forman una pared contra el sistema inmune, y también un gran avance para detener las vías de las superbacterias“. La microscopía de superresolución, que otorgó a sus desarrolladores el Premio Nobel en 2014, es una técnica que puede “ver” más allá de la difracción de la luz, proporcionando imágenes sin precedentes de las células y sus estructuras interiores y orgánulos.
Incluso, los microscopios ópticos más precisos son incapaces de ver las características superficiales de una superbacteria en vivo, por lo que cuando el Profesor Lithgow oyó que el Dr. Toby Bell, jefe del Grupo de Fluorescencia de Molécula Única y Súper Resolución, había construido a mano un microscopio de súper resolución en su laboratorio, idearon un plan para crear y optimizar un microscopio de súper resolución, llamado STORM, que podría ver moléculas individuales en una bacteria.