Les recuerdo que el cariño hay que expresarlo ahora en vida, que no anden arrastrando rencores viejos.
Que en un soplo ya no existimos.
Les sugiero salir de los ciclos de violencia doméstica en ambos sexos y que nacimos Pa’ querernos y entendernos, apoyarnos y disfrutar siempre que se pueda juntarse a darse abrazo, besos, afectos.
Es frágil la vida señores.
Que nadie esté donde no se les valore ni respete, que todos tratemos de convivir en paz hasta con los deambulantes a nuestros pasos.
Hagan esa llamada para pedir perdón, perdonen, para sanar y liberarse.
Den ese apoyo moral en momentos tristes, los abrazos sanan y hablan sin palabras.
Lloren, se vale llorar.
Aún en las adversidades saca tu sonrisa para aliviar los pesares que nos dejan con las alas rotas, vuelen aunque sea bajo, pero vuelen hacia donde sus corazones estén en paz.
Amen a quienes les aman, el amor siempre doble vía.
Disfruten sus instantes de soledades, son necesarios para reencontrarse con su yo interno sé tú mismo, no te conviertas en el saboteador de tus propios sueños y metas.
Siempre que tengas la voluntad, lograrás hasta lo que todos creían imposible.
Amarnos primero para amar a otros.
Tengo motivos para andar con el alma hecha trizas, pero no, no y no, pinto mis gruesos labios de antillana, peino mis hebras caribeña, perfumo mi cuerpo hermoso, cubro las manchas de mi rostro, tomo mi cartera y caminar que barco para’o no gana flete.
Y me digo, «Minguita, eres hija de Dios y eres una quisqueyana valiente ante los embates del destino.
Amo la vida con todas sus adversidades.