El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que enfrenta la condena de una veintena de países y sanciones de Washington, ordenó la expulsión del principal diplomático de Estados Unidos en Caracas, el agregado de negocios Todd Robinson, después de asegurar que tenía pruebas de conspiración.
Maduro acusó a Washington de buscar el desprestigio de los comicios presidenciales celebrados el domingo en los que resultó reelecto y acusó a Robinson y a Brian Naranjo, también funcionario de la embajada estadounidense, de inmiscuirse en la política para operar en su contra.
“Deben irse del país en 48 horas en protesta y en defensa de la dignidad de la patria venezolana”, dijo el mandatario socialista en un discurso tras recibir su certificado del tribunal electoral como ganador de la presidencia para un nuevo período de seis años.
El Departamento de Estado de Estados Unidos rechazó las acusaciones de Maduro sobre sus diplomáticos.
En una breve declaración a la prensa en la ciudad de Mérida, Robinson solo dijo que era su primera visita a esa localidad andina venezolana, “pero no será la última”. No hizo otros comentarios.
Las elecciones han sido desconocidas por más de una veintena de países que las consideraron una “farsa” porque, entre otras irregularidades denunciadas, los principales líderes opositores no pudieron postularse como candidatos por barreras legales y no hubo una observación imparcial.
La Unión Europea, por su parte, dijo que las elecciones se desarrollaron “sin cumplir con los estándares internacionales mínimos para un proceso creíble” y adelantó que considerarán la “adopción de medidas adecuadas” sobre Venezuela.