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El narcotráfico y la política

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Carlos Rojas

«Lo más importante que debemos hacer para aceptar los horrores a los que nos enfrentamos es dejar de hablar del mal en general y concentramos, por el contrario, en la maldad política en particular». Alan Wolfe.

Que noticia más impactante: «Decrece el narcotráfico a través de la República Dominicana, pero aumenta el dominio de los clanes dominicanos en el mercado de la droga de la costa Este estadounidense», así inicia el reportaje del periódico (ABC) de España, en su edición de fecha 23-3-18.

Al leer este y varios trabajos sobre el crimen organizado, me quedé sorprendido por el inmenso problema que este representa, me limité entonces al contexto de nuestra nación. De acuerdo a estos informes somos el tercer país con los carteles de la droga más fuertes del mundo.

Pensé, hay que seguir aprendiendo, pues lo impactante que nos trae dicha información, es que la estructura de estos operadores ilegales lo hacen a través de un mecanismo más sencillo y menos complejo; el cual está formado por el vínculo familiar y de amigos que son utilizados en el aspecto operativo y además para el blanqueo de capitales.

En el proceso de lavado del dinero no escapa la actividad política. Así, se financian candidaturas que les garanticen más que el lavado, impunidad.

Esto constituye una gran amenaza que puede ser, parodiando a Winston Churchill «el principio del fin» del débil sistema de partidos.

El éxito que ha alcanzado el crimen organizado constituye una de nuestras grandes preocupaciones.

Nuestra clase política dirigencial con su sed de poder y de ganar por ganar, a veces dejan pasar algunas fichas que pueden ser el comienzo de algo que mañana pueda afectar más que nuestro sistema de partidos, sino que puede ocasionar una verdadera ruptura institucional.

Ahora que estamos discutiendo sobre nuestra ley de partidos políticos, le hacemos un llamado a los legisladores que aparte de primarias abiertas o cerradas, legislemos por un código electoral con sanciones tanto a los actores como a las instituciones que se presten a llevar candidatos con orígenes de bienes dudosos.

Debemos cerrar no solo las primarias, sino las puertas a la narco política, nuestro gente merece paz y la estabilidad de nuestra nación requiere el concurso de sus mejores hijos, concentrémonos en el futuro no solo en permanecer en los cargos electivos y en el goce del poder.

Lic. Carlos Rojas.
Abogado y político
Santo Domingo.

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