La vitamina K es uno de los nutrientes más subestimados en un plan alimenticio saludable. De hecho, estudios clínicos recientes sugieren que tomar vitamina K2 podría ayudar a reducir la pérdida ósea que las mujeres sufren con la edad y también podría mejorar la salud cardiovascular a través de la reducción de la rigidez arterial, según ‘Healthista’, revista inglesa especializada en salud.
Pero los beneficios de la vitamina K no terminan allí, ya que también podría ayudar a prevenir la pérdida de elasticidad en la piel y a reducir las venas varicosas.
¿Qué es la vitamina K?
Se trata de una vitamina soluble en grasa que es buena para la coagulación de la sangre y contribuye a un corazón, huesos y sistema inmunológico saludables. Existen dos tipos: la K1 y la K2. La primera se encuentra en vegetales de hoja verde como espinaca, col rizada, brócoli; y la vitamina K2, en carne, huevos, lácteos, alimentos fermentados y algunos quesos fermentados y yogures. La K1 asegurar una coagulación sanguínea adecuada, y la K2, que el calcio se dirija a las áreas correctas dentro del cuerpo.
El Comité Científico de Alimentación Humana europeo considera adecuada la ingesta diaria de 1 microgramo por kilogramo de peso corporal, cantidad que la da una dieta normal (F).
