Escondido entre túneles de follaje de palma real y un trillo ecológico de palmípedas ornamentales, a 20 kilómetros sobre las cadenas de montañas de la Cordillera Oriental, Anthuriana Dominicana es el proyecto de flores más ambicioso del Caribe, con más de 40 viveros, donde se cultivan más de 100 variedades de anthurios, bromelias, orquídeas y flores de pascuas, entre otras que atraen a los mortales amante de la naturaleza.
De acuerdo una información del periódico Diario Libre Anthuriana Dominicana es propiedad del nacional suizo, Patric Vez, quien lleva unos 27 años en el cultivo de flores, constituyéndose además en una fuente de generación de empleos y sostén del equilibrio ecológico en la provincia ecoturística de Hato Mayor.
Sus coloreadas plantaciones de flores y plantas ornamentales, convierten el lugar, junto a la Cueva de Fun-Fun, los saltos de agua Yanigua, El Zumbador y el parque Los Haitises, en los lugares más visitado por turistas extranjeros y nacionales.
Manuel Emilio Santana Polanco, ingeniero agrónomo encargado de la parte técnica del proyecto, dice que el lugar es único en República Dominicana y favorece significativamente la economía en la zona.
Es un lugar donde el ser humano puede observar y disfrutar de la belleza de las flores en un ambiente creado especialmente para aprovechar los recursos naturales y deleitar la vista. El proyecto nació con la finalidad de desarrollar un negocio rentable y al mismo tiempo que se convirtiera en un lugar atractivo para los turistas nacionales y extranjeros.
El proyecto de flores inició con cinco mil dólares y 20 tareas de tierra prestadas en el 1988, pero que la visión del negocio, combinado con la perseverancia y el trabajo, ha convertido a Anthuriana Dominicana en una creciente y estimulante empresa de campo.
