La donación de órganos es fundamental para la cura de ciertas patologías; se puede donar una vez fallecido y también en vida y, de cualquier modo, es un acto tan altruista como necesario. Hoy celebramos el Día Nacional del Trasplante.
España tiene más del doble de donantes que la media de los países europeos, según indican desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Creada por el Ministerio de Sanidad, hace casi treinta años, esta entidad trata de concienciar de la importancia de la donación de órganos; y les funciona, porque lideran las listas mundiales en donaciones y trasplantes de órganos.
Considerar también donantes a los mayores de sesenta y cinco años; contemplar las donaciones, no sólo de muerte cerebral, sino las de detención de circulación sanguínea, latidos cardíacos y respiración; o informar de manera continua mediante los medios de comunicación, son algunas de las claves del éxito del modelo español.
Toda persona mayor de edad que no esté incapacitada, puede decidir donar sus órganos tras su muerte; pero además, existen las donaciones en vida.
Normalmente suceden entre parientes pero, en ocasiones, no son compatibles, y entonces se organiza una cadena de trasplantes cruzados.
De este modo, cada familiar dona a un miembro de la cadena que sea compatible, a cambio de que el familiar de otro paciente, done al suyo; así se asegura que todos los receptores reciban un órgano compatible.
Otro tipo de donaciones en vida son las de médula ósea, sangre, óvulos, esperma o cabello.
La necesidad social de donar sangre es un hecho. Dado que es un componente que no se puede fabricar, se hace necesaria la figura del donante; más aún debido a que sólo puede almacenarse durante un tiempo limitado antes de ser utilizada. Complicaciones en el embarazo, anemias, cirugías y otras situaciones pueden requerir de una transfusión sanguínea.
Donación de órganos: acto sencillo y seguro
Al equipo de la Fundación Josep Carreras, le une el denominador común de querer encontrar una cura para la leucemia. Para ello es fundamental la donación de médula ósea, ya que como indican a Efe, “sólo uno de cada cuatro pacientes, dispone de un familiar compatible, por lo que el trasplante de donantes no emparentados es la solución”.
Nuria Marieges es la coordinadora del Registro de Donantes de Médula Ósea de la Fundación y asegura que “existe un gran desconocimiento de lo qué es y en qué consiste la donación”.
La médula ósea no tiene que ver con la médula espinal, y es el lugar donde se generan las células madre de la sangre. Tras la intervención, ésta se regenera completamente, con lo que se puede donar en más ocasiones porque, además, no supone ningún riesgo.
Su trasplante se usa para tratar diversas enfermedades como aplasia de médula ósea, linfomas o inmunodeficiencias, entre otras.
Asimismo recalca que “la población no está tan concienciada con respecto a la donación en vida y encontrar un donante compatible fuera del ámbito familiar es muy complicado. Se necesita un elevado grado de compatibilidad para que las células del donante sano repueblen el organismo del paciente sin ser rechazadas”.
La Fundación dispone de pisos de acogida para pacientes con escasos recursos económicos que deban desplazarse para recibir el tratamiento; y se financia fundamentalmente gracias a las aportaciones individuales o empresariales, y a los recitales benéficos del tenor Josep Carreras.