Ilegales: ¿el pobre haitiano o el millonario narco?

. La sociedad debe cuestionarse sobre cuáles son los inmigrantes ilegales que deben echar de la República Dominicana: ¿los pobres haitianos, que vienen al país con hambre y detrás de un empleo mal remunerado, o un “extranjero”, que llega a la nación a delinquir, a invertir dinero mal habido?

Estos cuestionamientos salen a la luz luego de que el presidente del Grupo Puntacana, don Frank Rainieri, pidiera prestarle atención a la migración haitiana, pero olvidó solicitar, también, hacerlo con los franceses, italianos, españoles y de otras nacionalidades, que viven en los resorts del país, custodiados por seguridad de los hoteles.

“El venezolano Yoel Palmar Vergel (jefe del Cartel del Malecón), apresado en Colombia, vivió mucho tiempo en el país, hizo inversiones, lavó dinero y traficó con drogas y nadie lo tocó; el mismo Joao Santana (brasileño del caso Odebrecht), estuvo haciendo negocios en el país de manera ilegal y tampoco se dijo nada; pero, una cosa es un pobre haitiano y otra cosa es un millonario y narcotraficante de estos, esos no son ilegales”, sostuvo una fuente a DominicanosHoy. Y como esos dos existen miles en el país, que hacen y deshacer y las autoridades se hacen de la vista gorda.

Agrega el informante que a artistas se les ha dado la nacionalidad dominicana sin tener ningún mérito, pero un descendiente de haitianos, aunque haya nacido en el país, se la ponen en «china» para otorgarle sus papeles.

“Los haitianos vienen por hambre y del otro lado, en Haití, los mantienen hambrientos para que emigren; esos llegan aquí y de inmediatamente son deportados a su país; pero, por otro lado, un narcotraficante o mafioso llega con diez millones de dólares y le ponen hasta escoltas oficiales para que lo protejan”, sostuvo.

La fuente entiende que debe haber un control, que se debe aplicar la Ley de Migración, pues aquí hay una superpoblación; pero que también se tiene que tomar en cuenta que si otros extranjeros, aunque se hayan hecho ciudadanos dominicanos, cometen alguna indelicadeza, deben ser deportados, como se hace con los haitianos.

“La preocupación de los empresarios es válida, pero que pidan también que se regule la entrada no solo de haitianos, sino de otras naciones; pero, aparentemente, eso no les conviene. ¿Cuál es el ilegal: el haitiano pobre o el narcotraficante millonario? La ciudadanía no es tonta y sabrá sacar sus conclusiones”.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *