El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), manifestó este martes su respaldo a los planteamientos del experto en política y elecciones en Latinoamérica, Daniel Zovatto, quien sostuvo que no debería realizarse elecciones en 2020 sin una legislación electoral, que incluya la ley de partidos y agrupaciones políticas.
Así lo explicó Ramón Rogelio Genao, secretario general del PRSC, quien al ponderar las afirmaciones del director regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional, expresó que ciertamente no se le puede pedir a los órganos electorales que monten y arbitren eficientemente los procesos electorales mientras la clase política sean incapaces de transformar el obsoleto sistema electoral.
Zovatto habló del tema al disertar en la Mesa Redonda “Selección interna de candidatos y financiamiento político electoral: Una mirada comparada latinoamericana”, organizada por la Universidad Iberoamericana (UNIBE).
Genao señaló que el país lleva dos décadas de atraso. Recordó que la última reforma fue en 1997, y casi desde de ese momento han circulado sin éxito diversos proyectos en el Congreso Nacional, sin que se logre el consenso para su aprobación.
El exlegislador planteó que sin un nuevo marco de regulación para las próximas elecciones, se repetirán los mismos vicios y errores de los procesos anteriores.
«Sin un nuevo marco regulatorio se repetirán los mismos vicios recogidos por los informes de observación de procesos anteriores sin que la JCE pueda controlar nada, ni tiempos de campaña ni uso de recursos”, indica Genao mediante una nota.
Precisó que mucho menos el Tribunal Superior Electoral podrás establecer sanciones a los delitos electorales, simplemente por no estar facultada y no estar definidos ni establecidos en ninguna ley.
El alto dirigente del PRSC exhortó a la clase política a posponer aspiraciones personales y dedicar ese tiempo a concretar las reformas que necesita el sistema electoral.
«La verdad es que en materia electoral tenemos un gran desfase y mucho peor, un total vacío legislativo en muchas áreas por la incapacidad para pactar que hemos demostrado como clase política y por no dedicar el tiempo suficiente a las reformas necesarias y estar en constantes aspiraciones personales», concluyó.
