El uso de juegos pirotécnicos se multiplica en diciembre, en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y así mismo se incrementan los casos de accidentes a causa de su mala manipulación o del uso de artefactos ilegales, prohibidos y defectuosos.
Aunque existen fuegos artificiales que están permitidos o son regulados, los expertos recomiendan evitar el uso de ellos, en especial para niños.
“Puede ser inestable (el explosivo), también por el mal almacenamiento de estos productos, en mercados, de pronto no en aire libre, sino en bodegas donde hay calor, donde aumenta la humedad… tampoco es necesario que haya una chispa de fuego, la misma constitución de estos componentes puede hacer que produzca una explosión”, aclaró William Muñoz, coordinador de Áreas Críticas, Emergencia y Terapia Intensiva, del Hospital de Especialidades Dr. Abel Gilbert, Guayaquil.
Incluso la estática que emite un teléfono celular podría originar el estallido del petardo, advierte el experto.
No solo depende de una chispa, insiste, el mal almacenamiento, la mezcla de componentes a causa de golpes, y otros factores pueden detonar estos aparatos.
Los niños son los más vulnerables a este tipo de accidentes, y según Muñoz, la zona más afectada del cuerpo es la mano. “Generalmente lo manejan con las manos, por eso se da la pérdida de manos, de dedos; yo tengo un caso de un chico de 14 o 15 años que perdió sus dos manos manipulando estos aparatos, trató de hacer una explosión con varias camaretas, ‘tumbacasas’… y como indico, no se necesita que esté prendida la mecha… quién sabe cuánto tiempo estuvo guardado eso, evaporó una serie de componentes que tiene y lo volvió inestable”, advirtió.
Por eso sugiere evitar el uso de explosivos, inclusive los que aparentan ser más inofensivos. (F)