¿La ‘adicción al smartphone’ es visible en los cerebros de los adolescentes?

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Los adolescentes obsesionados con sus smartphones experimentas cambios en la química cerebral que se asemejan a los provocados por la adicción, sugiere un nuevo estudio.

Los jóvenes que usaban internet o jugueteaban con sus teléfonos de forma compulsiva tendían a tener una mayor actividad de neurotransmisores en la corteza cingulada anterior, una región vinculada con los sistemas de conducta de recompensa, control de la inhibición y regulación del estado de ánimo del cerebro, encontró un equipo de investigadores surcoreanos.

«Es bien sabido que esa región en particular está implicada en la adicción, basándose en la modulación de esos tipos de conductas», señaló el Dr. Christopher Whitlow, profesor asociado de radiología en el Centro de Adicción y Abuso de las Sustancias Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte. «Los autores muestran un efecto en parte del circuito cerebral implicado en la adicción».

El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Hyung Suk Seo de la Universidad de Corea en Seúl, usó una técnica de escáner llamada espectroscopia por resonancia magnética (ERM) para evaluar los cerebros de 19 adolescentes diagnosticaos con adicción a internet o a los smartphones.

Los investigadores usaron pruebas estandarizadas de la adicción para diagnosticar a los adolescentes y determinar la gravedad de su adicción. Las preguntas se enfocaban en el grado hasta el cual el uso de internet o del smartphone afectaba a su rutina cotidiana, su vida social, productividad, patrones de sueño y emociones.

Las ERM se usan para registrar las concentraciones de bioquímicos en el cerebro, y con frecuencia se utilizan para estudiar los cambios provocados por tumores, accidentes cerebrovasculares, trastornos del estado de ánimo y la enfermedad de Alzheimer.

En comparación con los adolescentes normales, los que tenían una adicción a internet o a los smartphones experimentaron un aumento en los niveles en la corteza cingulada anterior de un neurotransmisor llamado ácido gamma aminobutírico (GABA), que inhibe o ralentiza las señales cerebrales, dijeron los investigadores.

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