Después de un respiro de ocho años de planes y agendas ambiciosas, Miami ha puesto su fe en un alcalde joven deseoso de arrancar con una agenda importante.
El supervisor de Elecciones de Miami-Dade entregó el martes por la noche los resultados de las boletas enviadas por correo, que muestran lo que todos esperaban: que el dos veces comisionado de Miami y abogado del bufete Carlton Fields ganó la alcaldía antes que se depositara incluso la primera boleta en las urnas el día de la elección.
Con una base fuerte de electores ausentes, y con poca oposición, Francis Suárez, de 40 años e hijo del ex alcalde Xavier Suárez, se llevó 11,790 de 13,574 votos. Con los votos de la elección adelantada contados, Suárez tenía más del 86 por ciento de los votos. Suárez reemplazará al alcalde saliente Tomás Regalado.
Suárez, abogado del bufete Carlton Fields, liderará el gobierno municipal durante los próximos cuatro años con una agenda de nuevas inversiones en viviendas, transporte y tecnología.
Gran favorito en un grupo de candidatos de menos talla, Suárez subió a un escenario en el Hotel Omni Hilton en Biscayne Boulevard el martes por la noche , junto con su esposa, quien está embarazada, y su hijo de tres años, Andrew.
Hijo el ex alcalde miamense Xavier Suárez, Francis Suárez creció prácticamente en el Ayuntamiento en Coconut Grove, corriendo por los pasillos y maravillándose con los libros y oficinas del lugar. Su elección demoró cuatro años: en el 2013 se postuló contra el ahora saliente alcalde Tomás Regalado, intento que terminó con su retirada tras varios errores descuidados de campaña con las boletas de ausente que terminaron con cargos de delito menor contra dos miembros de su personal de campaña, quienes se declararon culpables y fueron condenados a probatoria.
Pero el martes —con más de $3 millones recaudados y ningún oponente de calibre— su elección nunca estuvo en duda.
Oficialmente, el cargo de alcalde ejecutivo es en su mayor parte ceremonial en Miami, porque la carta municipal le da al alcalde autoridad para nombrar al administrador municipal y al presidente de la Comisión, pero no mucho más. Pero el poder del cargo en general ha dependido de la voluntad del político que lo ocupe. Regalado, el alcalde saliente, escogió la mano suave, y su predecesor, Manny Díaz, dirigió la ciudad como un alcalde fuerte administrativo.
Pero es mucho más probable que Suárez, quien planea presionar más temprano que tarde por un cambio en la carta municipal que convierta el cargo en un “alcalde fuerte” con poderes administrativos, se comporte más como Díaz que como Regalado. También llega al cargo con una administración maleable: el administrador municipal, Daniel Alfonso, está buscando un nuevo empleo bajo la expectativa de que Suárez quiera tener un administrador escogido personalmente, y se espera que el jefe de la Policía de Miami se retire en marzo.
