San Francisco de Macorís.- Cientos de personas acudieron este miércoles al “Entierro Popular” con el que el Falpo y otras organizaciones simularon sepultar a funcionarios del Gobierno “que no funcionan” y al fiscal de esta localidad, Regis Victorio Reyes, ante la impunidad en el asesinato de Vladimir Lantigua y en otros casos cuyos familiares presentes en la actividad reclamaron justicia.
Cargando varios ataúdes negros con una cruz blanca, cada uno identificando a una institución, como la Fiscalía, Edenorte, el Sistema de Justicia, Inapa, Salud Pública, Obras Públicas, entre otros ministerios, aparentando un entierro, la multitud por la avenida Libertad desde la calle Papi Olivier, tomó la José Reyes rumbo al Palacio de Justicia, pero se vio impedida de llegar hasta la sede del Ministerio Público porque el paso le fue bloqueado por decenas de agentes de la Policía, que asediaron varias cuadras a la redonda.
Frustrados por segunda vez en llegar hasta la Fiscalía, los comunitarios, mientras coreaban “¡fuego fuego, el fiscal quiere fuego!”, se dirigieron a la gobernación provincial, donde entre cánticos y oraciones en torno a los ataúdes, recrearon el simulacro de funeral de los ministros del gobierno e hicieron entrega de un documento al gobernador, Juan Antigua Javier.
“Con este entierro popular sepultamos al Ministerio Público que no funciona; tenemos como Fiscal en San Francisco de Macorís a Regis Victorio Reyes, que actúa como subalterno de la Policía, por lo que en vez de fiscal se le debe llamar teniente”, expresó Raúl Monegro, vocero nacional del Falpo.
Monegro indicó que el fiscal Regis Victorio, además de que evade su responsabilidad con la sociedad de lograr justicia, ha manifestado en reuniones que no quiere problemas con la Policía y que por ello no somete a los agentes responsables de asesinar al dirigente popular Vladimir Lantigua.
El portavoz del consideró que la comisión designada para investigar el caso de Vladimir Lantigua Baldera, que encabeza el fiscal Victorio Reyes, ha mostrado parcialidad en la investigación, por lo que ha perdido toda credibilidad y debe ser declinada, tras asegurar que continuarán las manifestaciones callejeras hasta que los agentes policiales señalados como responsable del asesinato, sean sentados en el banquillo de los acusados.
