Una clase inyectable de un medicamento para la diabetes, llamado péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1, por sus siglas en inglés), podría algún día estar disponible en forma de pastilla, sugiere una investigación.
Según los resultados de un ensayo clínico global en fase 2, los autores del estudio reportaron una reducción significativa en los niveles de azúcar en la sangre en las personas que tomaron el medicamento oral, sin un aumento significativo en los niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia), en comparación con un placebo a lo largo de seis meses.
Los hallazgos también mostraron que las personas que tomaban la dosis más alta de la pastilla perdieron una gran cantidad de peso (unas 15 libras o casi 7 kilos) en comparación con menos de 3 libras (1.3 kilos) entre los que recibieron un pastilla inactiva de placebo.
La investigación fue financiada por Novo Nordisk, la compañía que fabrica el fármaco, llamado semaglutide oral.
«El semaglutide podría transformar el tratamiento de la diabetes», planteó el Dr. Robert Courgi, endocrinólogo en el Hospital Southside de Bay Shore, Nueva York.
«Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 son agentes altamente recomendables según las directrices de la diabetes, pero que se usan raras veces porque requieren de una inyección. La mayoría de pacientes prefieren una pastilla», explicó Courgi.
El Dr. Joel Zonszein, director del centro clínico de diabetes del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, coincidió en que los nuevos hallazgos son emocionantes.
«El medicamento tiene muy buen aspecto. La dosis alta igualó a la versión [inyectada]. Hubo poca hipoglucemia. Controla la glucosa en la sangre. Hubo pérdida de peso y no es una inyección. Es la misma molécula que se ha demostrado que reduce la mortalidad cardiovascular [en su forma inyectada]», apuntó Zonszein.