Cuando Junior Luperón llegó a las 7:00 de la mañana al edificio Torre Residencial Gil Roma XX, donde trabaja hace 10 años, de inmediato se percató de que algo andaba mal al sentir lo caliente que estaban las paredes y observar que las cámaras de seguridad y otros equipos eléctricos estaban fuera de servicios.
De inmediato habló con el seguridad Félix Manuel Rosario, quien le explicó que desde la 1:00 de la mañana el servicio de electricidad estaba presentando problema con un va y viene, lo que obligó a investigar la razón.
Observó que un transformador de los que suplen energía al edificio estaba emitiendo un ruido raro, echando fuego y como si algo hirviera dentro.
A seguida acordó con Rosario evacuar el edificio y fueron apartamento por apartamento dando la alarma, a lo que los inquilinos accedieron dejando de inmediato la edificación.
Al tiempo que evacuaban, Keidi Medina, otro joven empleado de la Torre, llamó al Servicio Nacional de Emergencias 9-1-1, y en pocos minutos al lugar llegaron varias unidades de los bomberos, que lograron sofocar el incendio con una espuma especial para apagar llamas producidas por combustibles.
El transformador había vertido un aceite lubricante que fue el químico que esparció las llamas por toda la parte frontal del edificio, pero gracias a la rápida intervención de los bomberos no penetró al interior de ningunos de los apartamentos.
Los tres héroes han agradecido a Dios que no hubo lesionados y que los daños solo son materiales, los cuales ya están siendo reparados.
Trascendió que varios propietarios llamaron insistentemente a la Distribuidora Eléctrica Edesur, pero se presentaron luego de ocurrir el siniestro.
