El día de ayer la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó dos leyes. La primera de ellas, prescinde desde lo Federal, el concepto de Ciudades Santuarias, y es conocida como la Ley de “No Santuario para Criminales”. La segunda promulgada, fue la titulada con el nombre de “Kate”. Kate Steinle, fue asesinada por un inmigrante ilegal, quien había sido deportado cinco veces.
Con la aprobación y puesta en ejecución de estas dos legislaciones, el Partido Republicano y las directrices de la administración del Presidente Trump, escogen como blanco a los inmigrantes, tildando a estos como criminales. Lo cierto es que estudio tras estudio, ha mostrado que los inmigrantes cometen menos crímenes que las personas nacidas aquí. En una nación de 300 millones de habitantes, un caso aislado, como el de Kate Steinle, por triste que sea, no puede ser utilizado para asumir que todos los inmigrantes son delincuentes violentos.
Entre otras cosas, la ley de “No Santuario Para Criminales”, atribuiría más obligaciones a los Estados y comunidades de cooperar con las autoridades Federales para el cumplimiento de las leyes de inmigración, lo que provocaría detenciones erróneas, representando una enorme pérdida de dinero de los contribuyentes por detenciones innecesarias.
En otro orden, la Ley de Kate, busca criminalizar las personas que cruzan la frontera, aún si se presentan para pedir asilo, y serán llevados a custodia para esperar ser evaluados para ver si su miedo es creíble. También, permitirá la persecución de buenos samaritanos quienes proveen asistencia a los inmigrantes.
Estas medidas perjudican la seguridad pública y haría aún más difícil para la policía local proteger a sus residentes y comunidades, ya que las personas estarían temerosas de cooperar con los agentes del orden. Además, H.R. 3003 y H.R. 3004 se hicieron públicas en menos de una semana de ser sometidas a votación y sobrepasando el Comité Judicial, estas incluyen disposiciones que resultaran en violaciones del debido proceso legal y de la catorceava y décima enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos.
Reiteradamente, el congreso está tratando de impulsar una agenda de cumplimiento solamente, que no hace nada para avanzar una reforma para un sistema migratorio del siglo 21 que nos beneficie a todos. En vez de este prototipo de propuestas, necesitamos que el Congreso pase una reforma migratoria que le asegure a los Estados Unidos de América leyes justas e inteligentes que salvaguardarán las familias y ayudaran a construir nuestra economía.
En este momento, estas medidas serán enviadas al Senado para su consideración, es hora de actuar y llamar, enviar correos electrónicos y visitar a los congresistas para educarlos sobre estos hechos y el impacto que estas leyes tendrían en su estado y sus constituyentes.
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–La autora del artículo es abogada de inmigración en los Estados Unidos por más de 12 años y reside en Miami, Florida, Estados Unidos.
