Tres coches bomba explotaron el domingo en Damasco, informaron medios estatales, y dejaron siete víctimas mortales en una de las explosiones, dijo un oficial de policía, en lo que constituye el mayor ataque en la capital siria desde los atentados suicidas en marzo.
Uno de los atacantes se hizo estallar en la plaza Tahrir, en el centro de Damasco, después de verse cercado por las autoridades. El agente de policía en la escena dijo que siete personas murieron y 13 resultaron heridas en ese ataque. Los otros dos coches bomba fueron destruidos por las autoridades, dijeron medios estatales.
La televisión estatal dijo que el número de víctimas se había minimizado debido a que las fuerzas de seguridad habían impedido «que los terroristas alcanzaran sus objetivos», diciendo que trataban de llegar a áreas ajetreadas en el primer día de regreso al trabajo después de la festividad de Eid al Fitr.
Las imágenes transmitidas por la televisión estatal desde la plaza Tahrir mostraban calles cubiertas de escombros, varios coches dañados y otro que se había convertido en un amasijo de hierros retorcidos.
En marzo, dos ataques suicidas en Damasco mataron a varias decenas de personas, la mayoría de ellas en el Palacio de Justicia, cerca de la Ciudad Vieja. Estado islámico asumió la responsabilidad de ese ataque.
También en marzo, un doble ataque suicida en la capital mató a decenas de personas, la mayoría de ellos peregrinos chiítas iraquíes. Ese ataque fue reclamado por la alianza Tahrir al-Sham de insurgentes islámicos, que es encabezada por un grupo yihadista antes conocido como Frente Nusra.
Las fuerzas del gobierno sirio, que han derrotado a los combatientes rebeldes en varios suburbios de Damasco durante el último año, están luchando actualmente contra insurgentes en las áreas de Jobar y Ain Tarma al este de la capital.
