Más bebés en cochecitos o en cunas terminan en emergencias

Una cantidad cada vez mayor de bebés y niños pequeños acaban en emergencias por lesiones relacionadas con los cochecitos de bebés, las cunas y otros productos para bebés, según un nuevo estudio realizado en EE. UU.
 
Esos viajes a la sala de emergencias aumentaron en casi un 24 por ciento entre 2003 y 2011, después de más de una década de reducciones, encontraron los investigadores.
 
Pero solo el 1 por ciento de esos viajes a emergencias fueron culpa de «fallos» reales del producto.
 
Eso no significa que los productos para bebés del mercado sean perfectamente seguros. Todavía se pueden «diseñar más inteligentemente» para prevenir los accidentes, dijo Tracy Mehan, del Hospital Pediátrico Nacional, en Columbus, Ohio, donde se realizó el estudio.
 
Gran parte del aumento en las lesiones se relacionó con las conmociones cerebrales: la tasa de diagnósticos de conmociones aumentó en más del doble entre 2005 y 2011, indicaron los investigadores.
 
Eso puede ser debido, al menos en parte, a un mejor reconocimiento de las conmociones, según Mehan, que no fue una de las autoras del estudio.
 
En los últimos años, ha aumentado la atención sobre el problema de las conmociones en la niñez, en parte por las lesiones en la cabeza que sufren los niños al practicar deportes.
 
De modo que los padres podrían ser más propensos a llevar a su hijo a emergencias después de una caída u otro contratiempo, explicó Mehan, que es directora de investigación traslacional en el Centro de Investigación y Políticas sobre Lesiones del Hospital Pediátrico Nacional.
 
En 2014, más de 69,000 bebés y niños pequeños terminaron en emergencias por lesiones relacionadas con productos para bebés, según la Comisión de Seguridad de los Productos del Consumidor (CPSC) de EE. UU.
 
«Se trata solo de las lesiones lo suficientemente graves para ser tratadas en una sala de emergencias», indicó Mehan. «Así que la cantidad real de lesiones probablemente sea mucho más alta».
 
Los hallazgos del estudio, publicados en línea el 13 de marzo en la revista Pediatrics, se basan en las cifras de un sistema federal de vigilancia de las lesiones.
Los investigadores del Hospital Pediátrico Nacional buscaron específicamente las visitas a emergencias de niños menores de 3 años que habían sufrido lesiones atribuidas a productos para bebés.
 
De promedio, hubo un poco más de 66,000 incidentes de este tipo cada año. Pero la tendencia cambió con el tiempo.
 
Entre 1991 y 2003, las visitas a la sala de emergencias se redujeron en un tercio, encontró el estudio. Esa mejora se debió en gran medida a una reducción del 86 por ciento en las lesiones relacionadas con los andadores, «saltadores» y «ejercitadores» de bebés.
 
Según Mehan, eso representa un «gran éxito».
 
Los andadores, por ejemplo, permitían a los bebés moverse con rapidez, antes de que estuvieran preparados a nivel de desarrollo. «Empezamos a ver reducciones en estas lesiones graves», dijo Mehan.
 
Eso condujo a los investigadores a trabajo con legisladores y fabricantes para elaborar estándares de seguridad y revisiones de productos más exigentes, por ejemplo hacer que los andadores sean demasiado anchos como para pasar por una puerta.

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