El papa Francisco está celebrando discretamente sus 80 años este sábado, con un desayuno con ocho indigentes y luego una misa con cardenales.
El Vaticano informó que el pontífice platicó con cada uno de los invitados sin hogar cuatro italianos, dos rumanos, un moldavo y un peruano y les compartió pasteles argentinos antes de irse a la misa.
Estando con los cardenales, les habló del proceso de envejecer: «Desde hace unos días he pensado una palabra que parece horrible: vejez, un pensamiento que asusta». Pero luego recordó las palabras que dijo en su primer saludo papal en 2013: «La vejez es la sed del conocimiento».
«Espero que sea lo mismo para mí», dijo el sábado con los cardenales.
