Los residentes del sector La Castellana, en el Distrito Nacional, denunciaron que viven un ambiente de intranquilidad debido a la inseguridad ciudadana, el ruido, la violencia, violación a espacios físicos e irrespeto a las leyes, escenario que ha arrabalizado sus calles.
Durante una caminata pacifica por varias de sus calles, los vecinos manifestaron que se sienten impotentes ante las personas que han llegado e instalados negocios de todo tipo, lo que dicen perturba la paz de los moradores.
En La Castellana, pasamos de vivir en un residencial donde existía paz, a convivir con la inseguridad ciudadana; soportar la violación a las leyes, como la Resolución 85-2009 de Zonificación Indicativa Sobre Densidad (ZID), del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), modificada por la Ordenanza 09-2011. Así como, a la ocupación de nuestra zona tranquila, por negocios de toda índole, los cuales no poseen parqueos. Por lo que, han ocupado todas nuestras calles y aceras, impidiendo el paso al peatón; provocando entre otras molestias, taponamientos vehicular permanente, indicaron.
Durante la caminata realizada por la Junta de Vecinos, este domingo 20 de noviembre, la que, encabezada por su presidenta la ingeniera Varinia Caamaño de Morales y moradores del sector, denunciaron además, el aumento de colegios, dealer de carros, iglesias y panaderías, hasta con valet parking, negocios que utilizan las calles laterales para su estacionamiento.
Afirmaron que colmadones y carritos que ofrecen servicios ambulantes, ocupan las aceras; en esos negocios realizan celebraciones y fiestas de manera permanente.
También, los distintos talleres de mecánica y pintura automotriz, instalados en el lugar, realizan sus labores en las calles y aceras, obstaculizando el libre tránsito y contaminando los espacios.
Afirmaron que existen casa de citas y solares baldíos, ocupados por inmigrantes, comprobando que muchos de ellos, están allí en condición de ilegalidad; desprovistos de condiciones sanitarias e higiene necesaria, y quienes en ocasiones provocan desorden y actos reñidos con la moral y la buena costumbre.
De igual forma, denunciaron que hasta una ruta de autobuses (guaguas) y taxis, que invaden y acortan su ruta vial, transitan por sus calles, ante la mirada indiferente de las autoridades.
Los residentes de La Castellana, somos propietarios por 20 y 30 años; nuestra viviendas son el esfuerzo de toda una vida, de trabajo y sacrificios, que en los actuales momentos se devalúan, por todo este desorden, dijeron.
Por estas razones, llamaron a las autoridades de la Alcaldía del Distrito Nacional, Dirección General de Migración y de los Ministerios de Salud Pública; Medio Ambiente; Educación y Obras Públicas, así como, de la Procuraduría General de la República, para que realicen una inspección general del sector y se efectúen los correctivos de lugar.
Finalmente, señalaron que La Castellana está en lucha, para que se respeten sus derechos.
