Uruguay ha multiplicado por cuatro el ingreso de divisas por turismo en la última década, al pasar de 500 millones de dólares en 2005 a los más de 1.800 millones de dólares con que cerró el pasado año.
«Y este año lo vamos a alcanzar cerca de 2.000 millones de dólares. Además, en los últimos diez años hemos pasado de un 1,7 millones de turistas a más de 3 millones», dijo en entrevista con Efe la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, para quien el actual desafío es seguir creciendo en el número de turistas con alto poder adquisitivo «y continuar trabajando en diversificar la oferta».
Kechichián explicó que el turismo de sol y playa es lo más conocido de Uruguay, junto con Montevideo, la capital, que tiene un bello casco histórico y una diversidad cultural de gran atractivo, publica Efe.
Pero además, «tenemos una región termal en el norte del país muy interesante con inversiones en hoteles de cinco estrellas y productos de gran calidad. No nos olvidemos de que estamos sobre el acuífero guaraní y que la pureza del agua es extraordinaria», agregó.
Kechichián también se refirió a Colonia del Sacramento, un antiguo enclave luso que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995 por la fusión de los estilos portugués, español y poscolonial.
«Es un enorme atractivo, tiene una excelente oferta hotelera y gastronómica, además de su casco histórico», señaló la ministra uruguaya, quien destacó también un turismo náutico incipiente en el corredor del río Uruguay que está teniendo un «gran éxito», porque aunque Uruguay siempre tuvo ríos navegables, es ahora cuando está empezando a sacarle rendimiento turístico.
Kechichián también destacó la oferta para la población LGBT, además del denominado «turismo idiomático», que atrae a jóvenes europeos y estadounidenses que llegan al país para aprender español con cursos de tres meses.
Otro de los atractivos son las excursiones en espacios de naturaleza, como las 150 estancias y chacras que están ofreciendo productos de altísima calidad, especialmente atractivos para los visitantes europeos.
Para Kechichián no hay duda de que el turismo ha comenzado a sobrepasar el ingreso por la exportación de carne, que era el más importante.
«El turismo efectivamente es el de mayor ingreso. Obviamente el sector agroexportador, en su conjunto, todavía es el principal ingreso, pero el turismo es el segundo», añadió.
De hecho, esta industria aporta un 7,5 % del producto interno bruto (PIB), un 18 % la mano de obra activa y 100.000 puestos de trabajo, que en Uruguay -un país con tres millones de habitantes- «es una cifra muy importante».
«En un país muy industrial y muy agroexportador, el sector servicios ha tenido que pelear mucho para instalarse como una actividad económica de primer nivel, como es hoy. Tenemos recursos humanos calificados y una oferta muy tentadora que es una devolución del IVA a todas las compras turísticas», enfatizó.
La ministra uruguaya consideró que no hay riesgo de que una afluencia masiva de visitantes sature el mercado uruguayo.
«La carga o la sobrecarga en algunos lugares no se ha producido. Uruguay no corre ese riesgo, todavía tiene posibilidades de recibir a un número importante de visitantes», indicó la ministra.
Sobre el uso de la figura femenina para promocionar el turismo -algo que provocó recientemente una cierta polémica a raíz de un cartel publicitario-, Kechichián dijo que esta manipulación es inaceptable. «Es algo muy agraviante para las mujeres; es una batalla diaria», aseveró.
Respecto a la conveniencia de que los países de la región encadenen sus ofertas para atraer a más visitantes, sobre todo de Europa y Estados Unidos, la ministra uruguaya consideró que es una muy buena iniciativa, porque «hoy en día los turistas son multidestino».
«Tenemos que asumir que hoy ningún turista va a venir solo a Uruguay, ni siquiera solo a Buenos Aires, que es una gran capital».
En esa línea, los ministros de Turismo del Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), que se reúnen dos veces al año, han decidido hacer promociones en mercados lejanos, especialmente Japón y China, y ver cómo se puede instalar la marca «Sur de América».
