CLEVELAND.- Hemos visto anteriormente un Juego 6 en la Serie Mundial. Pero ¿hemos visto un Juego 7 como este? ¿Hemos visto un juego de campeonato en cualquier deporte como este?
Traten de enfocarse en lo que estará en juego el miércoles, cuando 174 temporadas combinadas de corazones rotos y sueños destrozados estarán en la balanza en la noche de Ohio. Para los Cachorros, eso representan 107 temporadas consecutivas sin un campeonato. Para los Indios, eso representa 67 temporadas.
Y ahora estamos aquí, a unas meras nueve entradas de distancia. Nueve entradas de que acabe una sequía y otra siga. Nueve entradas para que un equipo pueda eliminar sus fantasmas, mientras que otros seguirán con ellos a cuestas.
«Es algo digno de un libro de cuentos», dijo el receptor de los Cachorros David Ross luego de la victoria de su equipo 9-3 el martes que forzó este grandioso final. «De esto harán películas algún día».
No estamos seguros de quien tiene a su cargo el llamar a Kevin Costner y Francis Ford Coppola. Pero si ellos están tomando notas, he aquí algunos de los temas que se podrían tocar sobre este partido:
Obviamente, nunca ha habido un Juego 7 en una Serie Mundial que involucre a dos equipos que no han ganado un campeonato en 176 años de forma combinada. Pero lo más asombroso de eso es que nunca hemos estado ni cerca. De acuerdo con el Elias Sports Bureau, la sequía combinada de estos dos equipos casi dobla la cantidad previa para cualquier Juego 7 – que eran las 90 temporadas combinadas sin títulos para los Rojos y los Medias Rojhas en 1975, quienes también jugaron un séptimo juego en una Serie Mundial para la historia.
Para los Cachorros, esta es más que una mera oportunidad de dejar de responder preguntas sobre cabras y el 1908. Ellos además están intentando convertirse en el cuarto equipo en la historia en ganar la Serie Mundial en una de las formas más difíciles que existen – cayendo atrás tres juegos a uno en casa, para luego tener que ganar tres partidos en fila, incluyendo los Juegos 6 y 7 como visitantes. Solo los Piratas de 1979, los Tigres de 1968 y los Yankees de 1958 han logrado dicha hazaña.
Por otro lado, los Indios están intentando caer en varios lugares en la historia en los que ningún equipo quiere caer. Si ellos ganan, ellos podrán abrazarse a los Cavs y bautizar su ciudad como la Ciudad de Ganadores. Pero si pierden, ellos podrían convertirse en el primer equipo en desperdiciar una ventaja 3-1 bajo cualquier formato en más de tres décadas, desde que los Cardenales de 1985 fueron desgraciados por Don Denkinger y Kansas City. Y ningún equipo ha perdido los Juegos 6 y 7 de una Serie Mundial en casa desde los Orioles de 1979. Así que una derrota, bajo estas circunstancias, sería igualmente dolorosa que las de 1997 o 1995 o 1954.
Y entonces tienes los dos lanzadores abridores que chocarán en el inicio de este partido. El as de Cleveland Corey Kluber se convertirá en el primer hombre en abrir los Juegos 1, 4 y 7 de una Serie Mundial desde que Curt Schilling lo hiciera para Arizona en 2001. Pero más increíble aun, él tiene la oportunidad de convertirse en apenas el segundo lanzador en la historia en abrir y GANAR los Juegos 1, 4 y 7 de una Serie Mundial al mejor de siete partidos. ¿Quién fue el otro? Ese fue el gran Bob Gibson en 1967.
Pero el abridor de los Cachorros Kyle Hendricks también tiene algo histórico que reclamar en su hoja de vida. Lleva una racha de 15 entradas sin permitir carreras hasta este partido. Y solo dos abridores en la historia de la Serie Mundial han llevado una racha tan larga como esa a un Juego 7. Esos dos son Gibson en el 67 y Lew Burdette en 1957. Para el record, tanto Gibson como Burdette ganaron esos partidos.
Y finalmente, esto es lo que este juego representa para el deporte del béisbol. Estos no son equipos ordinarios. Y sus historias tampoco no son ordinarias. Nunca ha habido un equipo como los Cachorros, que ha infligido a sus seguidores más de un siglo de penurias y sueños rotos. Y ha habido muy pocos equipos como los Cachorros, cuya propia sequía sería la más larga sin un título para una franquicia en cualquier deporte en los últimos 68 años – excepto por el ligero detalle de que el equipo contra el que batallan tiene una racha 40 años más extensa. Así que este no es solo un juego que apele a los fanáticos de los Cachorros y de los Indios, además de un puñado de viejos en el Medioeste que les gusta recordar los días de antaño. Esto tiene la oportunidad de ser el partido de béisbol más visto en muchos, muchos años.
Así que, termine como termine este partido, las historias que saldrán del mismo se escucharán por muchos años. Pero, de nuevo, se supone que así sea un Juego 7. El solo hecho de escuchar esa frase – Juego 7 – tiene una cierta magia.
«Recuerdo a [Madison] Bumgarner tirando todas esas entradas [in 2014]», dijo el primera base de los Cachorros Anthony Rizzo. «Y recuerdo el 1997. Yo llegue a ir a uno de esos partidos en Miami. Es divertido. Cualquier Juego 7 es especial. Yo estuve en el Juego 7 cuando ganaron los Blackhawks. Hombre, es el Juego 7. Es algo que se debe ver, no solo si eres fanático del béisbol, sino si solo eres fanático casual de los deportes».
Al otro lado del cuarto estaba parado John Lackey. Él es el único miembro de los Cachorros cuyo equipo ha participado en un Juego 7 de una Serie Mundial. Eso fue en 2002, en Anaheim. Y Lackey inició (y ganó) ese juego como un novato de 24 años. Es seguro decir que lo recuerda muy bien.
«Es el Juego 7 de la Serie Mundial», dijo Lackey, alzando su voz para intentar representar el drama que cargan esas palabras. «Así que cualquiera que diga que es solo otro juego está mintiendo».
A su alrededor habían compañeros haciendo su mejor esfuerzo para esparcir esa mentira, diciendo que ellos tratarían este partido como cualquier otro juego. ¿Pero es cierto eso? Vamos. ¿Cómo puede ser posible eso?
«Si dices eso, ES una mentira», dijo el utility Chris Coghlan. «Pienso que vemos esto como una forma de tranquilizarnos a nosotros mismos, para no caer en la misma emoción que puede sentir un fanático. Pero pienso que es una mentira cuando tratas de minimizarlo y actuar como que es algo que no es tan diferente de lo normal. Hay tanta presión como se puede imaginar. Es para ganarlo todo, con la temporada en la línea, y con más de 100 años en la línea. Así que uno lo trata como cualquier otro juego en la forma que te prepararas y como lo piensas. Pero la realidad es, que este no es otro partido cualquiera. Esto es historia. Y eso es lo emocionante, porque pienso que este equipo siempre dado el paso adelante cuando llegan momentos grandes como estos».
Apenas 72 horas antes, este era un equipo que parecía que estaba en graves problemas. Pero luego de una dramática victoria el domingo en el Juego 5 y una explosión ofensiva de 13 hits y nueve carreras el martes, los Cachorros le han dado vuelta a esta Serie Mundial – con los bates de Kris Bryant y Addison Russell, con el dominio multientradas de Aroldis Chapman, con la rutina prejuego «inspiracional» de Rocky Balboa por Rizzo.
Pero aquí es donde nuestros quisquillosos editores de datos dan el paso al frente para darnos algo de perspectiva. Primero que todo, una nota sobre Rocky. Sí, él llegó a la distancia. Pero al final, Apollo Creed seguía siendo el campeón.
Y ahora la perspectiva de béisbol. Lamentamos informar a los Cachorros que tres de los últimos cicno equipos que han ganado el Juego 6 en la carretera perdieron el Juego 7. Ahí les dejo esa. Y ni siquiera el recuperarse de un déficit de tres juegos a uno para forzar un Juego 7 garantiza un final feliz. Dos equipos antes de estos Cachorros – los Medias Rojas de 1967 y la edición de 1972 de la Gran Maquinaria Roja – hicieron exactamente esto, solo para perder en el Juego 7. Así que puede ocurrir.
También está el pequeño asunto de intentar encontrar la forma de vencer a Kluber, un hombre con una ridícula efectividad en postemporada de 0.89 y que ha permitido un total de una carrera ante los Cachorros en sus primeras dos salidas. Kluber será solo el cuarto lanzador en los últimos 15 años en abrir un Juego 7 de la Serie Mundial con poco descanso, uniéndose a Schilling (2001), Lackey (2002) y Chris Carpenter (2011). Los otros tres ganaron sus Juegos 7. Y ¿no se supone que sea aquí donde mencionemos que Kluber está teniendo una postemporada más dominante que cualquiera de ellos?
«Pienso que los ajustes que hicimos contra él en el juego pasado podrían hacer la diferencia», dijo Rizzo. «Y va con poco descanso. Pero con él, eso realmente no importa. Él es un monstruo».
Es difícil pelear eso. Pero para un equipo que quiere acabar con 108 años de monstruos, quizás esta sea la forma de hacerlo. Sería una forma lo suficientemente salvaje para ganar una Serie Mundial luego de esperar por ella por más de un siglo. Pero regresar de un deficit 3-1, el ganar los Juegos 6 y 7 en la casa del otro, y vencer a un lanzador y un rival con oportunidad de hacer su propia historia… wow. ¿Quién escribe estos libretos?
«Como competidor, uno no quiere nada menos que esto», dijo Coghlan. «Uno lo quiere tan alto como se pueda. Para luego bañarte con eso en toda su gloria y, si Dios quiere, ganarlo todo y mirar atrás y darte cuenta de todo lo que tuviste que superar para lograrlo. Por ahora, uno tiene que mantenerse en el momento. Pero como competidor, uno no quiere nada más. Quiero decir, que vengan con todo. Uno no quisiera que fuera de otra manera. Y que gane el mejor».
Es el Juego 7 de la Serie Mundial – la sexta ocasión desde el «Juego de Jack Morris» en 1991. Un equipo (los Indios) no ha ganado una Serie Mundial en su casa en 96 años. El otro (adivinen quién) no gana la Serie Mundial en alguna parte desde que Teddy Roosevelt era el residente de la Casa Blanca.
Pero en 24 horas, el siglo de dolor y el sufrimiento de uno de ellos habrá desaparecido.
«Independientemente de lo que pase», dijo Ben Zobrist de los Cachorros, «un equipo va a quedar devastado, y el otro estará volando alto. Asi que es algo especial. Es un momento increíble para ambos equipos, pero también para los fanáticos. Y no solo para los fanáticos en Cleveland y Chicago. Esto es para todo el mundo».
