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EEUU que asuman a los haitianos como quería RD lo hiciera

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Con la excusa de que la “situación en Haití ha mejorado lo suficiente como para permitir que el Gobierno de Estados Unidos expulse a los haitianos de una manera más regular, el secretario del departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson justifica lo que su país le criticó a la República Dominicana cuando aplicó el Plan Nacional de Regularización.
 
Con más de la mitad de la población en la pobreza, Haití ahora tiene que preparase para recibir a los cientos de nacionales que saldrán del país donde los sueños se convierten en realidad para vivir en un lugar inhóspito y sin ningunas oportunidades de subsistir.
 
Al parecer la paja en el ojo ajeno es más fácil de ver que la viga con que se mira, ya que Estados Unidos olvidó tan rápido todo lo que les recriminó a las autoridades dominicanas, así también las acusaciones de apátridas y racistas que hizo ante los organismos internacionales.
 
Sin embargo, el colmo es aún mayor cuando su único argumento es que la situación en Haití ha mejorado lo suficiente cuando la realidad es que está peor que en el 2010, cuando ocurrió el terremoto que desbastó a la vecina nación.
 
Para llegar a Estados Unidos, varios miles de haitianos atraviesan México y otros países de Centroamérica, procedentes en su mayoría de Brasil, desde donde parten por razones económicas con un visado humanitario durante años, manifiesta un alto funcionario estadounidense.
 
La política migratoria de EE.UU no afecta a los inmigrantes haitianos amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), un permiso de residencia y trabajo que se concede de forma extraordinaria a nacionales afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
 
La decisión de EEUU llega después de un «aumento significativo» del número de haitianos que trata de entrar en territorio estadounidense a través de la frontera suroeste, indicó el Departamento de Seguridad Nacional en una llamada telefónica con un reducido grupo de medios de comunicación.
 
Sin embargo, cuando Quisqueya quiso hacer lo mismo, los señalamientos se acrecentaron tras la sentencia emitida el 23 de septiembre del 2013, que establecía que a los hijos de las personas residentes ilegalmente en el país desde el 1929 hasta 2007, no les corresponde la nacionalidad dominicana. La decisión ordenó a la Junta Central Electoral (JCE) hacer una auditoría del Registro Civil desde el 1929 hasta el 2007, y al Gobierno a implementar el Plan Nacional de Regularización.
 
La crueldad con que se juzgo al país fuel tal que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, sostuvo que la República Dominicana y Haití son un país en una isla y opina que se debe avanzar en una solución definitiva al problema migratorio. Luego de esa barrabasada, Almagro se retractó.
 
Ahora le corresponde a Estados Unidos decidir el destino de miles de seres humanos que han puesto sus vidas en peligro en busca de un mejor futuro, por lo que llegó el momento de aplicar todo lo que les exigían a República Dominicana.

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