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La Gold Quest

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El presidente Danilo Medina sustenta en la obtención de impuestos vía minería su determinación de ejecutar un programa extractivo subordinado a las corporaciones transnacionales (2016-2020 y más allá), sin reparar en sus terribles estragos a las fuentes de agua y al medio ambiente. Su alusión a la defensa del agua potable en este período es una manera habilidosa de encubrir el crimen ecológico en marcha.
 
La presencia de la Gold Quest en San Juan de la Maguana, en disposición de extraer el oro del Distrito de Romero (situado en las cercanías de la presa de Sabaneta y del Río San Juan), es ominosa. Ni hablar de los demás planes de explotación minera en otras zonas de las alturas y el nivel medio de la Cordillera Central, principal reservorio de agua de esta pequeña isla.
 
Esa disposición cuenta con el apoyo de los magnates de la Cámara Minera y la predisposición favorable del Gobierno y el Estado, cuyos asesores coinciden por distintas razones en el saqueo del subsuelo y la depredación del suelo y sobresuelo del país; favoreciendo en el corto plazo se le conceda licencia explotación a Gold Quest sobre la base del supuesto de que la tecnología a emplear (explotación por túneles) no ocasionará los graves daños denunciados por quienes decimos que en ese nivel de la cordillera la contradicción entre preservar las fuentes de agua y obtener oro, es irreconciliable.
 
Si bien los daños iniciales de ese tipo de explotación serían menores que “a cielo abierto” -que por demás sería la modalidad a recurrir en nombre de la rentabilidad después de agotado el “oro nativo”, para marcharle entonces con peores perjuicios a los óxidos y sulfuros que allí están más próximo a la superficie- la Gold Quest oculta maliciosamente eso y un conjunto de impactos negativos que a lo largo de la extracción del mineral provocarían serios daños a las fuentes y correntías de agua: fraccionamiento del curso de los ríos, enorme demanda de agua (en detrimento de agropecuaria, alimentación, empleo y vida humana), contaminación de aguas subterráneas y superficiales, peligrosos impactos y riesgos de las “presas de cola”, carretera SJM-Santiago a su medida (cortando montañas), estímulos a otras concesiones destructivas…
 
En dos asambleas representativas de la Provincia se acaban de decidir, que contrario a las ambiciones de las corporaciones mineras, ni en Loma Miranda ni en San Juan -o puntos similares- este pueblo permitiría minería… ¡Entiéndalo así señores del Palacio!

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