Beijing.- El gigante asiático exige a los miembros del Partido Comunista de China (PCCh) y de los gobiernos a todos los niveles buenas prácticas medioambientales.
Según la prensa local, más de dos mil funcionarios del PCCh y de departamentos gubernamentales fueron sancionados por la mala aplicación de políticas relacionadas con el medio ambiente.
De acuerdo con el rotativo, un grupo de inspectores visitó durante el pasado mes ocho provincias y regiones autónomas del país con el objetivo de fiscalizar el trabajo de los gobiernos en esas zonas.
En Ningxia, por ejemplo, se determinó que funcionarios del distrito de Yongning fueron responsables de no clausurar una fábrica de productos metálicos que afectaba a la población con emisiones de polvo y gases. Los implicados tuvieron que pedir disculpas y fueron destituidos de sus cargos, acota el informe.
Zhai Qing, viceministro de Protección Ambiental, declaró que los inspectores medioambientales informarán al gobierno central de las malas prácticas para que se tengan en cuenta en los análisis de rendimiento y nombramientos de altos funcionarios.
Durante el mes de julio el grupo de trabajo realizó investigaciones sobre el terreno y la mayoría de los casos informados por la ciudadanía ya han sido resueltos, asegura la prensa.
Las mayores quejas de la población versaban sobre la contaminación del aire y el agua, así como el ruido y los residuos sólidos.
El plan del gobierno prevé que los inspectores ambientales acudan a todas las provincias, regiones autónomas y municipalidades en un lapso de dos años.
Según datos oficiales, las multas impuestas a las ocho regiones inspeccionadas deben superar los 15 millones de dólares.
China enfrenta actualmente un serio problema con la contaminación, la polución del aire en las grandes urbes y los recursos hídricos, fundamentalmente el agua subterránea poco profunda, son los más afectados.
