Acusación contra relacionados con peloteros cubanos crea ansiedad en Miami

En momentos cuando el potencial pacto de Grandes Ligas parece diluirse hasta nuevo aviso, las autoridades federales parecen dedicadas a cerrar la controversial avenida que permite el accidentado paso de los peloteros cubanos al mejor béisbol del mundo.
 
La noticia de que tres conocidos personajes relacionados con el ámbito de los peloteros cubanos fueron acusados formalmente por la fiscalía federal en una corte del Distrito Sur de la Florida causó tensión y ansiedad en lugares donde suele decidirse quién viene, por cuánto y a quién se le entrega para intentar el sueño de las Mayores.
 
«Hay mucha preocupación entre quienes patrocinan o están muy cerca de los peloteros», indicó una fuente con conocimiento del tema. «Se habla de que estos cargos son apenas la punta de una marea negra que barrerá con algunos otros individuos de este complicado mercado. Los federales lucen decididos a dar la batalla total en este frente».
 
La fiscalía busca recuperar unos $15 millones relacionados con los cargos contra los tres individuos.
 
Aunque ya Bart Hernández, un prominente agente de jugadores, había sido acusado en febrero de conspirar para permitir la entrada ilegal del jugador Leonys Martín, ahora se le suman nuevos cargos e implicados, como el entrenador Julio Estrada y el empresario haitiano-dominicano Amín Latouff.
 
De acuerdo con los documentos de corte, los tres se combinaron para cometer actos contra la ley de Estados Unidos al pagar a lancheros, falsificar documentos y conspirar para engañar a las autoridades de este país con el fin de ingresar emigrantes ilegales.
 
Hernánez ya se había declarado inocente en una vista previa, mientras que la defensora de Estrada, Sabrina Puglisi, indicó a The Miami Herald que su cliente «jamás ha incentivado a nadie a entrar ilegalmente a los Estados Unidos».
 
Se desconoce que tipo de representación tendrá Latouff, pero la fuente reveló que el hombre de negocios se encontraba el lunes en Texas y voló rápidamente a la República Dominicana, cuando uno de sus allegados le alertó de la publicación de los cargos.
 
Según los fiscales federales, Ron Davidson y Pat Sullivan, Hernández y Estrada -un ex jugador de Industriales- aconsejaron a los peloteros obtener documentos falsos de residencia, con los cuales luego accedían a permisos de la Oficina del Tesoro que les permitían negociar contratos con los clubes de las Mayores.
 
Estos habrían actuado para lograr los documentos falsos con Latouff, a quien varias fuentes han identificado como una figura instrumental por sus contactos en Dominicana y Haití, donde reportes de prensa lo asocian al departamento de inmigración de ese país.
 
Se estima, según reportes de prensa y otras fuentes que Latouff estaría implicado en la fugas de varios peloteros cubanos, incluidos los hermanos Yulieski y Lourdes Gourriel Jr., quienes escaparon en febrero de la Serie del Caribe con sede en Santo Domingo.
 
«Todo el mundo sabe quién tiene a esos peloteros, quién fue él que se los llevó, es una persona que vende peloteros, que no es militar, que es de Dajabón, que todo el mundo tiene el nombre de él: Amín Latouffe», apuntól en febrero el abogado José Ariza, quien conversó con la televisión dominicana a favor del entonces investigado oficial de la Fuerza Aérea William Solís, por supuesta implicación en la fuga de los hermanos. «A ese lo deben investigar».
 
El Nuevo Herald tuvo conocimiento de Estrada como entrenador de peloteros representados por Hernández, aunque luego ambos se distanciaron y tomaron caminos separados.
 
Los documentos legales revelaron como, una vez firmados los contratos, los peloteros eran conminados a pagar por los «servicios», que en el caso de la estrella de los Medias Blancas, José Abreu, llegó a un monto de $5.8 millones.
 
Abreu, muy cercano en lo personal a Estrada, habría abandonado Cuba en agosto del 2013 con la ayuda de Latouff, a quien se le responsabiliza de haber pagado $160,000 al jefe de una embarcación para trasladarlo a Haití, desde donde lo envió a Miami con un pasaporte falso, antes de que firmara un pacto de $68 millones con Chicago.
 
«Aquí queda claro el modus operando de estas personas, que contribuyen al clima de criminalidad que rodea al mercado de peloteros cubanos», apuntó el abogado Avelino González, quien ha trabajado en casos sonados relacionados con el tema. «Resulta alentador que las autoridades federales hayan tomado cartas en el asunto».
 
Aunque no queda de manera explícita, otra fuente indicó que muchos de los testimonios contra los tres acusados vienen de parte de Diana Tilbert, propietaria de la empresa radicada en México Estrellas del Béisbol, quien ayudó en la obtención de documentos falsos y en marzo se declaró culpable de conspiración.
 
Queda por ver, entonces, como reaccionarán otros individuos imbricados en el mercado del peloteros cubanos, que parece complicarse y observa un incremento de riesgos ante el seguimiento de las autoridades federales.
 
«Conozco un agente que está casi paranoico y espera que le vengan a tocar la puerta en cualquier momento, otros entrenadores están de igual de preocupados», agregó la fuente. «Muchos iniciaron esto como un negocio que lindaba con lo ilegal, pero sin pensar en problemas futuros. Las condiciones han cambiado. Ya traer peloteros de Cuba está perdiendo su atractivo».

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