La historia sobre una niña, al parecer, violada y asesinada en el sector Arroyo Manzano, en la parte norte del Distrito Nacional, es conocida por todos los integrantes de esa comunidad, pero ninguno aborda el tema por temor a represalias.
El hecho ocurrió el 14 de enero de 2015, en una casa en construcción, según indica el expediente acusatorio presentado por la Fiscalía del Distrito, a los jueces del Primer Tribunal Colegiado, que llevó el caso. No obstante, en la imputación la Fiscalía obvió detalles del levantamiento original del hecho, el cual indica que la vivienda estaba habitada por dos hijos de Fabio Martínez alias La Greña por lo que se desprendía que este, su esposa María Estela Agüero, y sus hijos Yerri y Yefri Martínez, eran parte primordial en el suceso.
Por el crimen fueron condenados a cumplir penas de prisión de 20, 10 y 5 años: Elías Esteban Martínez Reyes, alias Papito, Fabio Martínez, alias La Greña y Martín Fernando Abreu Jáquez, alias Willy, respectivamente.
Los lugareños han mostrado inconformidad con la sentencia, al considerar que la condena es muy benigna por tratarse de un crimen abominable que envuelve secuestro, violación y asesinato.
“Yo estoy inconforme porque el expediente que teníamos basado en el levantamiento que se hizo fue cambiado”, indicó a DominicanosHoy, Raúl Antonio Martínez Reyes, padre de la menor, quien en su querella presentó a La Greña, la esposa de este y dos hijos, junto a los otros dos ya citados, como los responsables de la muerte; sin embargo, la Fiscalía desvinculó a los parientes de La Greña y se limitó a incluirlos como testigos.
En la comunidad también circula de manera confidencial, que Fabio Martínez visitó la casa donde fue asesinada la menor, entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana del día 15 de febrero, lo que apunta a que tenía conocimiento de lo acontecido, lo cual ignoró ante los familiares para preparar su coartada. El plan, según se especula, era esperar la noche para descuartizar el cuerpo y desaparecerlo.
De la extorsión, acusa al fiscal adjunto José Miguel Mejía, y a la fiscal Yenny Berenice Reinoso, quien en una entrevista le dijo que iba a incluir a La Greña, su esposa e hijos como testigos. La idea de que la fiscal Reinoso favoreció a La Greña, se hizo palpable, según asegura el padre de la occisa, cuando lo mandó a buscar durante un receso de una de las audiencias en que se conocía el juicio de fondo. Cree que en esa entrevista le aseguró una pena leve tal como ocurrió.
Algo que también vio con extrañeza es que al citado imputado se le conociera el juicio en libertad, de la cual aún goza, pese a ser condenado a 10 años de prisión.
“José Miguel Mejía ese es el responsable de amañar el expediente”, insistió Raúl, al relatar el suceso que le arrebató su única hija.
“Creo que hubo truco en la fundamentación del expediente porque la autopsia dice que no fue violada. Porque no se explica que Fabio Martínez me llamara a los seis días de ocurrir el caso y me dijera: ´mira Raúl yo no tengo nada que ver con eso, en el semen sale que es Papito y Willy que la violaron, solo sale el semen de ellos en la violación´, explicó, para entonces preguntarse, ¿Cómo él sabe de eso si en esos días no había todavía resultados?”.
Mientras cuenta lo sucedido, vuelve y cita al fiscal José Miguel Mejía, para sostener que es “responsable de todo lo que me está pasando, él fue quien cambió el caso, porque puso que la niña fue encontrada en una casa en construcción abandonada de Fabio, e ignoró que este fue quien la entregó en la sala de su casa”.
Los vecinos y allegados, tanto de la víctima como de los imputados del crimen, aunque no entran en detalles, dan a entender que la niña de 13 años fue violada por cuatro hombres, entre estos un hijo de La Greña, pero la Fiscalía solo acusa a tres.
Conforme a la autopsia No. SDO-A-026-15 expedida en fecha 16 de enero de 2015, por los doctores Cándida Correa y Jairo Medrano, médicos forenses del Instituto Nacional de Patología Forense, la muerte de la menor se debió a hemorragia externa por lesión de la vena yugular derecha, debido a herida corto penetrante en cara lateral izquierda del cuello.
En ese sentido, la parte acusadora solicitó declarar culpable del hecho a Elías Esteban Martínez Reyes, alias Papito, y calificó el suceso como homicidio agravado, para lo cual solicitó una pena de 30 años.
Entre tanto, señala a Fabio Martínez, alias La Greña y Martín Fernando Abreu Jáquez, alias Willy, como cómplices de asesinato y porte ilegal de armas, solicitando para ellos una condena de 15 años.
La duda sobre el posible amaño del expediente, empezó a surgir en la mente del padre de la menor, en el momento en que se le acercó un hombre al que solo conoce como Andriso, un teniente pensionado de la Policía, quien le comunicó que debían reunir RD$75,000, y firmas de los comunitarios para soltar a Fabio Martínez, porque no sabía nada de lo sucedido.
La petición la hizo durante una caminata realizada al otro día del sepelio para reclamar justicia, pero al Raúl presentarse como el padre de la occisa se desapareció de lugar.
“Si el fiscal pone en el expediente que la encontró en medio de la sala, tal como sucedió, Fabio no tiene forma de salir”, recalcó Raúl.
Luego el exteniente Andriso se presentó cuando el fiscal estaba recolectando los datos, con la intención de conocerlo, para según el padre de la asesinada menor tratar de interceder a favor de Fabio Martínez, alias La Greña.
El día que el fiscal José Miguel Mejía recogió los datos para armar el expediente, lloró al recordar que tiene dos hijas, y dijo que al primero que iba a meter preso era a La Greña, pero este logró llevar el caso en libertad.
Otra idea que lo motivó a pensar que el fiscal lo benefició es que el día de la coerción, pautada para las 10:30 de la mañana, se presentó a las 12:30 de la tarde, lo que hizo, aparentemente, porque la comunidad se movilizó frente al Palacio de Justicia.
“Entonces se presentó con el expediente volteado”, dijo.
“El expediente no se corresponde con los que acusé en Homicidio de la Policía, estaban Papito, Fabio, la esposa de Fabio y un hijo, y uno que se llama Gaby, que también sabe; esas son las personas que dije que debían estar presas, porque sabían que mi hija estaba ahí en su propia casa”, sostuvo.
Varios días después del suceso la familia de Fabio se mudó de la casa, con el propósito de afianzar que la vivienda estaba abandonada.
