Brasilia.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió ayer la llama olímpica en el Palacio presidencial de Planalto y afirmó que el país «está listo» para organizar «los mejores Juegos Olímpicos del mundo» en Río de Janeiro, pese a su crisis política.
«Brasil será capaz, conviviendo con un período difícil, crítico para su historia y la democracia», de ser «el mejor anfitrión que los Juegos Olímpicos haya conocido», declaró Rousseff, que se enfrenta a un juicio parlamentario con miras a su destitución.
El fuego olímpico llegó este martes a Brasilia procedente de Ginebra, donde hizo una escala después de haber sido encendido el pasado 21 de abril en la ciudad griega de Olimpia.
