Pan, aceite, vinagre, agua, sal, ajo y tomate. Esos son los sencillos ingredientes de este plato cordobés y, sin embargo, puede llegar a costar hasta ocho euros. ¿Dónde se toma el mejor? ¿Y dónde no hay que ir?
Uno empieza ya a estar cansado de comer cosas simples a precio de sultán persa. Ahora que llega el calor, uno de los protagonistas de los circos de la restauración española es el salmorejo, una nueva excusa para convertir un plato simple donde los haya, en una indigestión cuando se recibe la cuenta a pagar. Y es que no debemos olvidar que el salmorejo procede de una receta centenaria: Pan con pan, ¿comida de tontos? No tiene por qué.
¿Ocho euros por un salmorejo?
Pan, aceite, vinagre, agua, sal, ajo y tomate; obviamente ingredientes carísimos si tenemos en cuenta que hay locales que ofrecen este plato en carta por cerca de ocho euros. En muchas ocasiones los restaurantes se suben a la parra con el salmorejo de tal forma, que hasta da miedo cruzar la puerta.
Suele suceder en las zonas más turísticas de las ciudades, las guirilandias de las metrópolis, aquellos lugares donde comer sano es como practicar snorkel en el Sahara. Por poner un ejemplo, el Tartufo de la madrileña plaza de Santa Ana; todo un ejemplo de cómo clavarte casi ocho euros por algo que deberían servir con pajita y una sombrilla. Resulta bien indignante que un plato que apenas puede costar 80 céntimos se venda como marca España a precio de marrón glacé. Eso sin contar el indescriptible sabor.
Antes de que se introdujera el tomate en la receta, el salmorejo era un plato de jornaleros, de pan con pan. Desde que empezó a germinar lo que absurdamente se denominaexperiencia gourmet, hemos perdido el juicio en muchas ocasiones. En España tenemos la virtud de convertir en obras de arte las cosas más simples. El Chupa Chups, el botijo, la navaja, la evasión fiscal, el “gintonic ensalada”, Yurena… Pero en materia de gastronomía tenemos un potencial creativo nivel dios, y eso se paga. Porque la cocina de autor de verdad se paga; porque la alta cocina tiene un precio. Pero si hablamos de restaurantes a pie de calle, donde prolifera el alimento en conserva, como que no. Es un timo.
Buscando el buen salmorejo, dentro y fuera de Córdoba
Lo que es muy discutible de verdad es donde comer un buen salmorejo cordobés. Si tiene pensado viajar a Córdoba, cuna del salmorejo, lo primero que debes pensar es ir antes de los meses de calor, eso si no quieres acabar como el malo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, nada más poner un pie en suelo cordobés.
