Los equipos de rescate rebuscaban el domingo entre los restos de los edificios destruidos por una serie de terremotos mortales registrados en el sur de Japón, que obligaron al fabricante de automóviles Toyota a suspender la producción en todo el país al verse afectada su cadena de suministro.
Un temblor de magnitud 7,3 sacudió la zona la madrugada del sábado, matando al menos a 32 personas, hiriendo a unas mil más y causando grandes daños a casas, carreteras y puentes.
Fue el segundo gran terremoto en golpear la provincia de Kumamoto en la isla de Kyushu en poco más de 24 horas. El primero, en la noche del jueves, mató a nueve personas. Más de 440 temblores han sacudido a la zona desde el jueves, dijo NHK.
Tres plantas nucleares en la región no se vieron afectadas por el terremoto, pero la Autoridad Reguladora Nuclear dijo que llevará a cabo una reunión extraordinaria el lunes para analizar la situación.
Un gran terremoto de magnitud 9 y un tsunami en el norte de Japón causaron en 2011 la peor crisis nuclear desde Chernobyl en 1986, cerrando la industria nuclear para someterla controles de seguridad. El primer reactor en reiniciarse fue Sendai Nº1 de Kyushu Electric, que se encuentra en una de las plantas de la región golpeada el sábado.
La región de Kumamoto es un importante centro industrial. Toyota Motor Corp dijo que suspendería la producción en sus plantas de Japón después de que los terremotos interrumpieran su cadena de suministro. El gigante de la electrónica Sony Corp dijo que las labores de su planta de Kumamoto, que fabrica los sensores de imagen para Apple y otros, seguirían suspendidas. Todos los vuelos comerciales al aeropuerto de Kumamoto fueron cancelados y el tren bala de Japón a la región suspendido. Las autopistas están cerradas en amplias zonas a causa de los deslizamientos y grietas en la superficie de la carretera, lo que dificulta el suministro de agua y alimentos a los supervivientes.
