Un propósito que suelen buscar la mayoría de libros y técnicas de autoayuda es enseñarnos a ser mejor persona. Para ello, nos guían para practicar el autoconocimiento, la atención interior y el refuerzo de la autoestima.
Ahora bien, hay un aspecto que es necesario tener en cuenta: ser mejor persona no debe hacernos creer que debemos ser mejor que nadie. La referencia seremos siempre nosotros mismos.
Estamos seguros de que también tú conoces a alguien que, por su actitud, comportamiento y modo de relacionarse, demuestra precisamente esa incómoda sensación de que siempre pretende ser mejor que tú.
Cuando no necesitar ser mejor que nadie nos hace mejor que muchos
A día de hoy se está dando una curiosa tendencia que los expertos etiquetan como “materialismo espiritual”. Se trataría de ese interés actual por alcanzar un autoconocimiento tan elevado de nosotros mismos.
Ese punto en el que muchos acaban alejándose de los demás.
En esa búsqueda por atendernos, por cuidar de nuestra autoestima y de ser cada día más fuertes y mejores, hay quien tergiversa un poco los conceptos y lo enfoca de modo erróneo: aspira a ser mejor que todos aquellos que le rodean.
Es pues necesario enfocar de forma adecuada esta idea. Podemos desarrollar nuevas estrategias para fortalecer nuestra autoestima, para enriquecer nuestras relaciones y alcanzar mayores logros, pero nunca a costa de sobrepasar a los demás o aparentar ser mejor que nadie.
http://mejorconsalud.com/pensar-no-mejor-nadie/
