Monaco.- Un noveno título en Montecarlo luce más próximo para Rafael Nadal, una vez que varios rivales fuertes están eliminados, incluido Roger Federer, quien se perdió otra oportunidad de conquistar uno de los pocos trofeos que faltan en su vitrina.
Pero Federer -cuatro veces finalista aquí- no está decepcionado. Después de todo, su objetivo en el Masters de Montecarlo era recuperar la forma, luego de más de cuatro meses de ausencia por una cirugía de rodilla.
Nadal volvió a exhibir algo de su magia en arcilla y derrotó el viernes 6-1, 6-4 a Stan Wawrinka para avanzar a las semifinales, donde se topará con Andy Murray.
Federer cayó 3-6, 6-2, 7-5 ante Jo-Wilfried Tsonga, en un partido en el que estuvo a dos puntos del triunfo cuando tenía ventaja de 5-4 y 30-15 en el último set.
Este fue el primer torneo de Federer luego de más de dos meses de inactividad por una artroscopía en una rodilla. El procedimiento quirúrgico se realizó el 3 de febrero, a fin de reparar un cartílago roto.
El dolor por la derrota se mitigó por la satisfacción de no sufrir una recaída.
“Fue bueno jugar en días seguidos, ayer y hoy. Fue bueno jugar hoy dos horas y 10 minutos”, comentó Federer. “También fue positivo jugar un partido intenso. Estoy contento por la forma en que mi cuerpo reaccionó”.
Sin Federer en el panorama ni el primero del ranking mundial Novak Djokovic, eliminado en la segunda ronda, Nadal parece tener la pista despejada para proclamarse campeón aquí, algo que no consigue desde 2012. Pero antes deberá superar a Murray, segundo del ranking mundial.
Nadal quebró el saque de Wawrinka cuatro veces, para clasificarse a las semifinales de este torneo por 11ma ocasión. El español tiene ocho títulos en este Masters.
“Defendí bien, me moví bien”, comentó Nadal. “Traté de controlar los puntos cuando tuve la oportunidad de hacerlo”.
Murray despachó 6-2, 6-0 a Milos Raonic en la otra semifinal.
“Si juego como lo hice hoy, tendré una oportunidad”, indicó Murray, quien cayó ante Nadal en las semifinales de Montecarlo en 2009 y 2011, un período en que el español todavía era considerado el rey de la arcilla.
Esa época parece lejana para Nadal, cuyo rendimiento ha caído en los dos últimos años debido a lesiones e inactividad, y que llegó a este principado del Mediterráneo sin un solo título en la temporada.
