Familiares y abogados de Joaquín «El Chapo» Guzmán protestaron afuera de la prisión de máxima seguridad donde el poderoso narcotraficante mexicano se encuentra recluido, alegando que las autoridades lo están privando del sueño como una forma de tortura.
El pequeño grupo incluía a la hermana de Guzmán, Bernarda, quien dijo que el capo estaba siendo castigado por escapar del centro de reclusión en 2014.
«Están enojados porque salió, pero yo creo que cualquiera, hasta un animal irracional, busca su libertad. Él no dañó a nadie», dijo a periodistas Bernarda, quien rara vez es vista en público.
Las autoridades penitenciarias han negado cualquier trato inhumano hacia Guzmán y han dicho que se encuentra en buen estado de salud.
Como jefe del Cártel de Sinaloa, Guzmán es acusado de encabezar una sangrienta guerra contra grupos rivales. Huyó de prisión a través de un túnel en julio del 2014, su segunda fuga de una instalación de máxima seguridad. Nadie resultó herido en el espectacular escape.
Familiares del capo han incrementado su exposición pública considerablemente desde su reaprehensión.
La esposa de Guzmán, Emma Coronel, ha dado varias entrevistas con los medios, y su hija mayor dijo al periódico The Guardian que la visitó en Estados Unidos mientras estaba prófugo.
Guzmán fue recapturado en enero y llevado de regreso a la cárcel de El Altiplano.
A través de sus abogados se ha quejado de ser despertado por las noches, que le son negadas las visitas familiares y de no tener suficiente ropa de abrigo para las noches en las frías instalaciones penitenciarias.
