Hombres armados detonaron chalecos explosivos en un centro comercial en Bagdad y un automóvil bomba explotó en las cercanías del lugar, ataques que se atribuyó el Estado Islámico y en los que murieron al menos 18 personas y otras 40 resultaron heridas.
Otras dos bombas explotaron más tarde en la ciudad oriental de Muqdadiya, matando al menos a 23 personas e hiriendo a otras 51, dijeron fuentes médicas y de seguridad. Otra explosión en un suburbio del sudeste Bagdad mató a otras siete personas.
Militantes del Estado Islámico, que controla partes del norte y oeste de Irak, se atribuyeron los ataques en Muqdadiya y el centro comercial de Bagdad, argumentando que apuntaron a un lugar de encuentro con «opositores», el término que usan para referirse a los musulmanes chiíes.
El Gobierno de Irak dijo el mes pasado que venció al movimiento extremista suní en la ciudad occidental de Ramadi y que lo había hecho retroceder en otros lugares.
Los ataques con explosivos del lunes dejan el mayor saldo de muertes en tres meses. El portavoz del Ministerio del Interior, el brigadier general Saad Maan, culpó «a este grupo terrorista que sufrió fuertes pérdidas a manos de las fuerzas de seguridad», sin mencionar directamente al Estado Islámico.
