Santiago.- El sindicato de enfermería del hospital regional José María Cabal y Báez entró en el décimo sexto día de paro para exigir la intervención del centro de salud.
Las profesionales de la salud se mantienen apostadas en los angostos espacios del Cabral y Báez con un altar que sirve como muro de lamentaciones por la presunta situación que atraviesa el sistema de salud.
Las enfermeras se quejan de la ausencia de autoridades para enfrentar la crisis y resolver problemas como el pago regular de las empleadas nominales, nuevos nombramientos y mejores condiciones.
“Aún esperamos por la presencia del viceministro Ramón Alvarado para que dé una respuesta a nuestras peticiones”, refiere el dirigente sindical Ramón Rodríguez.
Sin embargo, la forma de protesta comienza a ser rechazada por los pacientes que acuden a diario a recibir atenciones médicas y que deben hacerlo entre pasillos pocos adecuados.
Entienden que esa no es la forma de canalizar las demandas, aunque reconocen la justeza de la lucha que libran las enfermeras.
