El siguiente trabajo, publicado por SemMéxico, se adecua exactamente a las características de muchas de las naciones de la región. República Dominicana posee uno de los más altos índices de embarazos adolescentes, por lo que publicamos a continuación lo que sucede en la hermana tierra azteca, que es de igual manera una gran preocupación aquí. (Nota de la Redacción DH)
En México el problema de salud pública del embarazo en jóvenes entre los 12 y 19 años de edad tendrá solución cuando los sectores educativo y de salud en colaboración con las familias proporcionen la información necesaria y adecuada a las adolescentes.
Así lo manifestó la doctora Gloria Elizabeth García Hernández, al participar en IV Seminario “Entendiendo la sexualidad: experiencias a través del desarrollo biopsicosocial”, realizado en la UAM Iztapalapa, y añadió que el problema no se soluciona regalando preservativos.
México ha vivido y vive en una situación de desigualdad social y económica, lo que debe preocupar al Estado, ya que es un tema de política pública que provoca embarazos en mujeres que viven en situación de pobreza.
La propuesta de la investigadora es que el sistema educativo nacional en coordinación con el sector salud identifique y expongan los perfiles de riesgo de este grave problema en los adolescentes.
El sector salud debe emprender acciones de información no sólo sobre los riesgos de ser madres y padres jóvenes, sino de evitar la adquisición de enfermedades de transmisión sexual.
La también profesora de la UAM, plantel Iztapalapa, indicó que el 75 por ciento de los embarazos en mujeres menores de 20 años ocurren en sectores de nivel socioeconómico bajo, con una educación mínima.
Cabe recordar que en el reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se informa que al día se registran mil 252 partos, cuyas madres oscilan entre los 12 y 19 años.
“Estos embarazos no planeados obligan al 80 por ciento de las jóvenes a abandonar sus estudios. El objetivos debe ser disminuir este problema social, así como la maternidad materna”, aclaró García Hernández.
Finalmente, la doctora en Ciencias Sociales reiteró que el problema es de educación, falta de información, persistencia de mitos y de dificultades de comunicación en las familias y del Estado.
