Brasilia.- El Congreso brasileño puso este jueves en marcha un complejo proceso para la posible destitución de la presidenta Dilma Rousseff, el cual estará en manos de 65 diputados de 23 partidos, quienes decidirán si la mandataria será sometida a un juicio político.
Esos 65 legisladores formarán la comisión especial que prevé la Constitución para juicios de esa naturaleza y determinarán si las maniobras fiscales denunciadas por la oposición y censuradas por órganos de contraloría del Estado constituyen un motivo para despojar a Rousseff del cargo para el que fue reelegida en 2014.
La comisión, según se acordó, se instalará el próximo lunes y ese mismo día notificará oficialmente sobre el proceso a Rousseff, quien tendrá un plazo de diez sesiones, aún no definidas en términos de días, para presentar su defensa.
Sus alegatos y los de la parte acusadora serán debatidos durante otras cinco sesiones y luego la comisión votará sobre el informe.
