El candidato a la Presidencia de la República por la Alianza Electoral para el Cambio Democrático, Guillermo Moreno, sostuvo que las revelaciones del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, sobre los sobornos recibidos por una jueza pone de relieve, una vez más, la podredumbre actual del Poder Judicial.
El dirigente político dijo que la sociedad espera que estos jueces sean investigados, enjuiciados y sancionados. “Pero hay que aspirar a algo más y es a que no se siga cogiendo el rábano por las hojas”.
El líder de Alianza País sostuvo que las denuncias sobre estos jueces, son apenas la parte superficial del grave problema del Poder Judicial dominicano.
“Los males que padece el Poder Judicial provienen de haber integrado la Suprema Corte de Justicia con una mayoría de comisarios políticos del partido gobernante, y de haber nombrado un procurador general de la República que es un activista político de ese mismo partido”, expuso Moreno.
Para el jurista el mal de origen del Poder Judicial está en la falta de independencia de la Suprema Corte, estructurada con una mayoría de jueces peledeístas, incluyendo miembros de su Comité Central, para garantizarle impunidad a los miembros de ese partido imputados de actos de corrupción, tal y como ha venido sucediendo. “A partir de ahí, desde la Suprema Corte y la Procuraduría General se ha ido peledeizando el poder judicial y el Ministerio Público”, señaló.
Consideró que las decisiones complacientes en favor de políticos corruptos, al interior de ese poder judicial, ha provocado que se pierda la autoridad moral y se cree el ambiente para otras formas de corrupción, porque finalmente ¿Cuál es la diferencia entre un juez que por presión política da una sentencia para garantizarle impunidad a un corrupto a uno que lo hace por dinero?, se preguntó.
En este contexto, carece de sentido convocar el Consejo Nacional de la Magistratura, integrado como está por la misma mayoría mecánica que obra en favor del partido oficial y que en este caso tendría además la presencia de Mariano Germán Mejía y Francisco Domínguez Brito, quienes “lejos de ser parte de la solución son parte del problema”.
Declaró que sería oportuno que un amplio movimiento de la ciudadanía exija la renuncia de Mariano Germán y de Francisco Domínguez Brito y que además reclame que sus sustitutos sean jueces de carrera, sin vínculos con el partido gobernante ni con ningún otro partido.
“Solo extirpando del Poder Judicial el partidismo político podremos comenzar a avanzar hacia una justicia independiente, honesta, capaz y creíble”, afirmó.
