La veterana y acuciosa periodista Annet Cárdenas escribió en su blog, el pasado 08 de septiembre, reflexiones que podrían parecer agoreras y antesala de lo que 66 días después resultó ser un inhumano y despreciable acto terrorista en París, ejecutado a más de una década de los ataques del 11-S en Estados Unidos.
“…me inquieta que el Ejército Islámico haya potenciado esta crisis humanitaria a fin de crear simpatía hacia la migración desde los países donde se ha asentado, y así posibilitar su accionar terrorista hacia las naciones occidentales que ellos han condenado por ser ¨enemigas de la fe¨, escribió Cárdenas y a continuación ponemos a disposición de los lectores de este multimedios tan interesante artículo. (Nota de la Redacción de DominicanosHoy).
Me duele la situación de los refugiados, donde quiera que estén, y en el momento histórico que sea. Sufrí leyendo las historias de los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial, pero también me angustio por los palestinos de la época actual, rechazados y amenazados por los hebreos del nuevo milenio.
Me afectan las circunstancias en que los “espaldas mojadas” mexicanos se ven obligados a cruzar la frontera hacia el “sueño americano”, que también le ha costado la vida a tantos y tantos cubanos que se echan a la mar para huir de un gobierno asfixiante y una economía en ruinas.
Me reiría de las desafortunadas declaraciones de Donald Trump, ese pobre intento de aspirante presidencial republicano, si la historia no hubiera demostrado que imbéciles como él pueden llegar a sentarse en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Como muestra bastaría el grandísimo botón de la familia Bush, padre e hijo, que han cargado a la cuenta de los Estados Unidos dos guerras que no cesamos de pagar, y cuyos intereses en sangre y finanzas se están volviendo insostenibles.
Tampoco pretendo obviar la responsabilidad histórica de las antiguas metrópolis europeas con respecto a la situación de sus exprimidas colonias o la cuota que le corresponde a Estados Unidos en el desestabilizador seísmo político que terminó de consumir la corta mecha que amenazaba con encender el polvorín del Medio Oriente y el Magreb.
Pero lo anterior no reduce, sino por el contrario, potencia mis más recientes temores y mis aprensiones de que la actual ola de miles y miles de refugiados que huyen hacia Europa, procede principalmente de Siria, Libia e Irak, los países que se han convertido en los centros de acción del Estado Islámico, el grupo terrorista más agresivo y peligroso del que se haya tenido noticia hasta el momento.
Me preocupa que entre tantos refugiados, una cifra no despreciable sean elementos provocadores introducidos por el Ejército Islámico, que con sus acciones y represalias ha estado forzando la huída de los residentes de los lugares a los que se ha ido expandiendo.
Y que no se malentienda. Está claro que la migración hacia Europa siempre ha seguido el flujo natural del fatalismo geográfico de los más pobres, en el Sur, que parten hacia el Norte en busca de empleo, seguridad y mejores condiciones de vida.
¿Pero qué tal sería si este frenético alud de refugiados ahora, quizás sea impuesto, con sus métodos, por los cerebros pensantes del EI, a fin de garantizar una entrada a Europa para sus yihadistas, que, de otra manera se las verían muy difíciles para acceder al territorio europeo con el objetivo de desatar una cadena de atentados terroristas?
Resulto agorera. No lo sé. Pero me inquieta que el Ejército Islámico haya potenciado esta crisis humanitaria a fin de crear simpatía hacia la migración desde los países donde se ha asentado, y así posibilitar su accionar terrorista hacia las naciones occidentales que ellos han condenado por ser “enemigas de la fe”.
Si eso fuera así, en unos cuantos años, quizás mucho menos, Europa puede convertirse en una víctima planificada de una oleada terrorista, y degenerar en el peor de los lugares para sobrevivir. Entonces, la huída sería… ¿hacia dónde? Gran Bretaña, que por ser una isla muy al norte no se ha visto ante la grave coyuntura migratoria de los últimos meses ¿Estados Unidos? La paranoia estadounidense contra los inmigrantes -sobre todo si son de origen árabe- ya casi no tiene límites. O tal vez América Latina…
