El empresario Franklin Báez Brugal pidió a la ciudadanía interesarse porque el Poder Judicial cambie y juegue su papel, y que el Ministerio Público y los jueces asuman realmente las responsabilidades puestas a su cargo, sin pactar con nadie.
En discurso pronunciado frente al presidente Danilo Medina, quien participó como invitado especial en el almuerzo anual de la Asociación de Industria de República Dominicana (AIRD), el empresario pidió “que se investigue, juzgue y condene a todo aquel que haya violado la ley, sin importar sus vinculaciones políticas ni su relevancia social”.
Sostuvo que esta es la única vacuna que puede controlar la epidemia de corrupción que hace tiempo padece el país, donde aseguró abundan casos como el de “políticos que han pasado de la pobreza a la opulencia en un abrir y cerrar de ojos, empresarios que se enriquecen evadiendo impuestos, y narcotraficantes que han hecho fortuna con su actividad, y se pasean en todos los ambientes”.
El expresidente de Brugal y Compañía, Báez Brugal al participar como orador en el almuerzo anual de la AIRD, indicó que es frecuente que segmentos de la sociedad repliquen comportamientos, y traten de imitar lo que entienden como modelos a seguir, ejemplos de lo que en nuestros días se consideran personas exitosas.
En el almuerzo celebrado en el Salón La Fiesta, del hotel Jaragua, en ocasión del 53 aniversario de la AIRD, participaron como invitado, además del presidente Medina, otros empresarios y funcionarios del Gobierno. En la actividad también hablaron el presidente y la vicepresidenta de la AIRD, Campos de Moya y Circe Almánzar, respectivamente.
Báez Brugal en su ponencia titulada “Experiencia, Inquietudes y Anhelos”, añadió que “el Poder Judicial, encargado de poner coto a estos desmanes, se desenvuelve con evidentes debilidades institucionales, y un país sin una justicia que funcione de manera independiente, sin ataduras políticas, e integrada por personas capaces, honestas y responsables, es como un barco a la deriva”.
Señaló que sin un Poder Judicial eficiente, los ciudadanos se encuentran indefensos y desprotegidos a merced de la ambición de los poderosos, la voracidad de los políticos, y el antojo de los delincuentes, sujetos a un régimen en donde la impunidad es la norma y el castigo la excepción.
