No es que vivan en las nubes, lo que sucede es que lo controladores aéreos no pierden la esperanza de que repongan a los 28 que fueron suspendidos. Después de un año continúan con su lucha frente al Palacio Presidencial.

No es que vivan en las nubes, lo que sucede es que lo controladores aéreos no pierden la esperanza de que repongan a los 28 que fueron suspendidos. Después de un año continúan con su lucha frente al Palacio Presidencial.