El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, intentará este martes contener la violencia palestino-israelí durante una visita a la región, donde Israel emitió garantías para calmar temores de los musulmanes por la presencia del Estado judío en el complejo de una mezquita que es el centro del conflicto.
Ocho israelíes y al menos 42 palestinos han muerto en hechos de violencia en las últimas semanas.
Funcionarios israelíes dijeron que Ban -cuyo viaje fue anunciado por Israel sólo horas antes de su llegada- se reunirá con el primer ministro Benjamin Netanyahu el martes en Jerusalén.
El jefe de la ONU también se entrevistará con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, en Ramallah, Cisjordania, el miércoles, dijeron funcionarios palestinos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry -que se reunirá con Netanyahu en Alemania durante la visita del líder hebreo a ese país el miércoles y jueves-, ha dicho que los líderes israelí y palestino necesitan aclarar el estatus del complejo de la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén para ayudar a contener el baño de sangre.
Kerry planeaba ver a Abbas y al rey Abdullah de Jordania, probablemente en Amán, posteriormente en la semana.
La violencia ha aumentado en parte por la ira de los palestinos ante lo que ven como un incremento de las visitas de judíos al sitio sagrado de Jerusalén, también venerado en el Judaísmo como el lugar de dos templos bíblicos destruidos.
«Israel no ha cambiado ni cambiará el status quo. Esa es una gran mentira», declaró Netanyahu el martes en un discurso ante líderes judíos internacionales en Jerusalén.
