Los abogados somos profesionales con el deber y obligación legal de la Colegiatura a los que se nos impone una carga de observación moral del buen obrar, nuestro Colegio nace para garantizar a la sociedad el más puro, sano y ético de los servicios de sus profesionales colegiados.
Ahora que en términos de agenda el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD) toma fuerza, se hace necesario que los abogados y abogadas nos empoderemos evitando así aquello de que “en casa de herrero asador de palo”, esto lo digo porque pisar un Tribunal en estos días me ensordece debido al proselitismo asqueante, mercantilista y politizado. Hago un llamado de atención a los Candidatos para que observen los mínimos conforme a la misión de la institución que aspiran dirigir y a los colegas pido que nos tratemos como abogados y no como votos, pues somos lo que parecemos y parecemos lo que somos.
No es posible nadie pretenda llegar al CARD contando con mi voto por pertenecer a tal o cual partido político, pues me manejo en la lógica de que el Colegio es de Abogados no de compañeros de partidos, que las elecciones no son para la ciudadanía, sino para los Abogados, que los partidos políticos no son los que litigan, a los que se les desconsidera por no pertenecer a un bufete determinado, a los que se les hace imposible la ejecución de una Sentencia, a los que un servidor público del sistema de justicia desconsidera a diario, los que se tienen que someter a las más virulentas situaciones para una simple entrevista con un imputado, a los que los famosos anillos y ayudantes de abogados inoportunan al momento de entrevistar un imputado. En definitiva pensemos como abogados que el Colegio es nuestro.
Realizo la formal denuncia (y establezco el compromiso de trabajo por superar algunas situaciones irregulares que dañan el Colegio), ante la opinión pública y las autoridades del CARD, sobre lo siguiente : Hace más de un año que venimos observando que la página web del Colegio de Abogados ha desaparecido y en su lugar nos encontramos con páginas de Facebook, que no guardan relación con los mandato de la Ley de Libre Acceso a la Información ni los criterios de transparencia que debe observar toda institución que reciba recursos de los contribuyentes. Peor aún, para nuestra sorpresa lo que aparece se digita “Colegio de Abogados” en Google es la página de un prestigiosa firma de abogados; un instituto de derecho público no puede darse el lujo de estar de espaldas a su mandato en cuyo contenido esencial se encarna la transparencia.
Deviene en un acto imperdonable para el CARD, la violación de la Ley de Libre Acceso a la Información, cuando no publica su nómina, no rinde cuentas y se dirige por el imperio de la oscuridad y la discreción política. ¿Qué se esconde en un Colegio que no tiene ni siquiera una página Web? ¿Cuál es el tipo de abogados que se encuentra dirigiendo el CARD? estamos hablando de lo mejor de lo mejor o de lo mejor de lo chicanero. Es grave que al día de hoy nuestra institución no rinda información oportuna y veraz a sus colegiados. En estos días un grupo de colegas hemos entendido que alejarnos solo ha servido para elevar las chicanadas en grado superlativo, para que la sombra se afiance, debemos limpiar el CARD.
Los jóvenes abogados debemos luchar por nuestro Colegio, dejar de ser pasivos y dar el paso en la conquista de nuestros espacios como entes críticos por esencia y comedido en nuestro obrar, de manera que el llamado en las próximas elecciones es a participar y recuperar la confianza de la sociedad dominicana.
