La reforma ministerial: eje para la gobernabilidad en Brasil

Brasilia.- La reforma ministerial que acomete la presidenta Dilma Rousseff devendrá en una nueva configuración del gobierno y busca también restaurar el soporte de la base aliada en el legislativo para asegurar la estabilidad política.
 
Se trata de una medida que incluye reducciones en el número de organismos, cargos de confianza y asesores, y forma parte de un amplio plan de recorte y aumentos de impuestos que garantizarán contar el año próximo con 65 mil millones de reales (17 mil 30 millones de dólares).
 
El respaldo a esta propuesta por los partidos políticos que integran la coalición gubernamental constituye asimismo el eje fundamental para asegurar la gobernabilidad y el retorno a la estabilidad, tan necesaria para acometer con más sosiego el programa de cortes y aumentos de tributos para reanimar la economía, reveló el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Edinho Silva.
 
Estas transformaciones ministeriales y administrativas, que serán anunciados en breve, requieren por ello de «mucho diálogo con los partidos de la base», subrayó.
 
Lo que importa en este caso es que la mandataria obtenga éxito en este proceso de pláticas para rehacer la coalición política, aseveró al recalcar que la reforma administrativa resulta la síntesis de una construcción política que dará paz al país para garantizar el crecimiento económico.
 
Tal situación mantiene a la jefa de Estado desde hace dos semanas ocupada en reuniones con diputados, senadores, gobernadores, ministros y líderes de las agrupaciones políticas que componen la coalición.
 
A pesar del silencio oficial sobre los posibles cambios en el ejecutivo, medios de prensa y políticos adelantaron que el principal aliado del Partido de los Trabajadores (PT) en la administración federal, la formación del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) presiona para contar con seis ministros en la nueva estructura de gobierno.
 
De un total de 39 organismos, Rousseff prevé prescindir de 10 con miras a asegurar un ahorro en el gasto público y cautivar a sectores en el Congreso que demandaron una reducción del aparato estatal para apoyar otras medidas como posibles aumentos de impuestos.
 
Entre las carteras que quedarían en manos del PMDB aparecen la de Salud, actualmente a cargo del PT, y la de Agricultura, que se fusionaría con el Ministerio de la Pesca, y de Minas y Energía.
 
Esa agrupación ganaría también otro organismo, que se crearía de la unión de las secretarias de Puerto y la Aviación Civil, mientras se mantendrá a Henrique Eduardo Alves, expresidente de la Cámara de Diputados, en el Ministerio de Turismo.
 
La nueva estructura incluye igualmente la unificación de carteras de Derechos Humanos y de Igualdad Social en una sola, así como de las de Trabajo y Seguridad Social.
 
Con este y otros cambios, la gobernante pretende revivir su relación con el PMDB y reagrupar a otros partidos como el Progresista (PP), Social Democrático (PSD) y Republicano de Orden Social (PROS), entre otros.
 
La consolidación del gobierno con estos partidos aseguraría a la presidenta la sanción de medidas de ajuste fiscal y otras propuestas para obtener más ingresos, así como sostén para enfrentar las tentativas de la oposición que busca su destitución mediante un juicio político, sin argumentaos sólidos. Los ministros reconocen que el país atraviesa por un período difícil y necesita de estabilidad y consenso para superar sus problemas económicos.
 
Del paquete de 16 medidas anunciado hace dos semanas para reducir el déficit de 30 mil millones de reales (ocho mil millones de dólares) en 2016 apenas una -la reforma administrativa-, depende exclusivamente de la rama ejecutiva.
 
Las otras requieren contar con una base fuerte de respaldo en el Congreso para avanzar y lograr su implementación, así como mantener la tranquilidad ante los inconvenientes que traerán la aplicación de ajustes y recortes en el gasto público.

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