El Gobierno de Estados Unidos anunció nuevas reglas para flexibilizar el comercio, los viajes y la inversión con Cuba, en el último esfuerzo por moderar el embargo económico sobre la isla en medio de un deshielo diplomático entre los dos ex enemigos de la Guerra Fría.
Los cambios en las normas permitirán a ciertas compañías estadounidenses establecer oficinas en Cuba por primera vez en décadas, expandir las actividades bancarias y eliminar límites en la cantidad de dinero que pueden llevarse a la isla de Gobierno comunista, dijeron funcionarios estadounidenses.
Las medidas tienen lugar en momentos en que Washington y La Habana llevan adelante un acercamiento tras más de medio siglo de hostilidades.. Ambos países restauraron lazos diplomáticos y el mes pasado reabrieron sus embajadas.
Las nuevas regulaciones, que el presidente Barack Obama está implementando mediante sus facultades ejecutivas, entrarán en vigencia el lunes y se suman a otras medidas que el mandatario anunció en enero para empezar a reducir las barreras económicas con Cuba.
Pero sólo el Congreso tiene la facultad de levantar completamente el embargo económico de 53 años contra Cuba. Y se ve como improbable que los republicanos, que son mayoría en el Poder Legislativo, vayan a permitirlo, pese a la insistencia de Obama.
Los detractores del acercamiento opinan que es un premio a Cuba, que se otorga sin que La Habana haya hecho ninguna concesión, especialmente en materia de derechos humanos.
El anuncio se produce además cuando el Papa Francisco se prepara para visitar la isla este fin de semana, antes de su viaje a Estados Unidos la próxima semana.
Funcionarios estadounidenses dijeron que los cambios apuntan a expandir los negocios y también impulsar el contacto «pueblo a pueblo» entre los países.
«Una relación más fuerte, más abierta entre Estados Unidos y Cuba tiene el potencial de crear oportunidades económicas tanto para estadounidenses como para cubanos», dijo el secretario del Tesoro Jacob Lew en un comunicado.
«Al moderar aún más estas sanciones, Estados Unidos está ayudando a respaldar al pueblo cubano en su esfuerzo por alcanzar la libertad política y económica necesaria para construir una Cuba democrática, próspera y estable», agregó.
LA PELOTA ESTÁ EN EL LADO DE CUBA
Funcionarios advirtieron que un impacto pleno de las medidas que anunció Washington dependerá de las reformas económicas que pueda implementar el Gobierno cubano, incluyendo reglas en cuanto a importaciones.
Algunos asesores de la Casa Blanca han acusado en privado a La Habana de retrasar dichos cambios por temor a perder su control sobre la economía y la sociedad cubana. Algunos ejecutivos de compañías estadounidenses también se han mostrado precavidos por los riesgos de hacer negocios en la isla.
Hasta el momento, el Gobierno cubano no ha hecho declaraciones sobre los cambios.
El Gobierno de Raúl Castro ha elogiado las iniciativas de Obama para la normalización de las relaciones, pero demanda un levantamiento completo y unilateral del embargo.
De acuerdo a las reglas, las compañías pueden abrir oficinas, tiendas y depósitos en Cuba. Las normas también permiten el establecimiento de telecomunicaciones y servicios de Internet entre ambos países.
Además, aumentan las oportunidades educativas al permitir cursos vía Internet y expanden los esfuerzos humanitarios al autorizar ayuda en casos de desastres.
Aunque no cambian las normas sobre quién puede viajar a Cuba, sí flexibilizan el movimiento de personas autorizadas en la isla al otorgar permisos a proveedores de transporte. También eliminan el tope de envíos de dinero y permiten abrir y mantener cuentas bancarias.
