Israel desplegó este viernes a cientos de policías adicionales alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén, después de que líderes palestinos llamaron a un «día de furia» para protestar contra nuevas medidas de seguridad israelíes.
Alrededor de 800 policías fueron ubicados en el corazón de la ciudad y en vecindarios árabes adyacentes, donde ha habido un alto nivel de tensión en la última semana, luego de violentos enfrentamientos en la mezquita al-Aqsa y ataques con piedras por parte de palestinos contra automóviles israelíes.
El foco de tensión es el complejo que alberga a la mezquita de al-Aqsa y al Domo de la Roca, uno de los sitios más sagrados del Islam. Los judíos conocen el área como Monte del Templo, donde alguna vez se erigió un antiguo templo judío y es el lugar más sagrado del Judaísmo.
«La policía israelí ha reforzado la seguridad en y alrededor de Jerusalén y de la Ciudad Vieja para prevenir y responder a cualquier incidente que pudiera ocurrir», dijo el portavoz Micky Rosenfeld, quien agregó que habían sido desplegadas unidades encubiertas.
En un esfuerzo por limitar la amenaza de violencia, Israel también prohibió el acceso a al-Aqsa a todos los hombres menores de 40 años el viernes, el día sagrado musulmán. Pero en lugar de poner un límite a los disturbios, las restricciones podrían alimentar aún más la ira y la frustración.
Se planeaban protestas palestinas en varias ciudades en Cisjordania, ocupada por Israel, incluyendo Ramallah, Hebrón y Nablús, donde un hombre joven fue baleado por fuerzas de seguridad israelíes después de lanzar una bomba incendiaria, dijeron médicos y el Ejército israelí.
Había una fuerte presencia policial en Qalandia, el principal puesto de control entre Jerusalén y Ramallah, que se ha convertido en el centro de las manifestaciones, con enfrentamientos frecuentes entre manifestantes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes.
En Jerusalén Oriental, el lado mayormente palestino de la ciudad, un autobús municipal fue atacado con piedras, forzando al conductor a huir, dijo el portavoz de la policía. Cuando la policía llegó al lugar, el transporte había sido quemado.
